Oviedo, J. N.

-Si tras el mayor terremoto conocido no ha ocurrido un accidente nuclear grave, ¿eso demuestra que las centrales son muy seguras?

-Se puede argumentar así. Como en Harrisburg. Se perdió la planta pero no hubo escapes mayores, así que se confirmó el concepto de seguridad.

-¿Aumenta la seguridad en las nucleares?

-Sí, en todos los órdenes. Si se construyen más centrales hay más probabilidad de accidentes, así que hay que aumentar la seguridad.

-¿Cuándo se logrará la fusión controlada y por lo tanto de uso industrial?

-Posiblemente nunca.

-¿Cómo?

-La fusión controlada se busca desde hace sesenta años sin éxito. Es posible que no tenga nunca. Además la fusión también conlleva radiactividad. Han que cumplirse condiciones simultáneamente de densidad y temperatura y no se están logrando.

-¿Alemania sigue siendo la patria de la química?

-Tenemos el gigante de la BASF y el emplazamiento más grande del mundo. Pero se dice que las nuevas inversiones ya no se harán en Alemania, sino en el extranjero en razón de cierto rigor con el medio ambiente, los emplazamientos y quizá problemas de licencias. No por eso las plantas en otros sitios son menos seguras, pero los procesos para despacharlas son más rápidos. Cuentan además las distancias de seguridad, y en Europa no hay tantos países con una distancia suficiente.

-De nuevo en Oviedo para...

-Para impartir un curso de seguridad en la industria química. Es un placer estar con colegas y amigos de siempre. El curso es de tres días, lunes, martes y miércoles. El jueves, día libre, y el viernes me voy.

-¿Viviría cerca de una nuclear?

-Sí, creo que cualquier persona puede vivir muy tranquilamente cerca de una central nuclear. Vivo en las cercanías de una planta técnica de múltiples usos, o sea, con frecuentes cambios de la receta que implican posibilidades de errores.