Oviedo / Rabat,

L. MUÑIZ / Agencias

Marruecos recibió ayer los parabienes de España, su vecino del Norte, y de la Unión Europea, un día después del abrumador triunfo del «sí» en el referéndum convocado para ratificar la nueva Constitución: nada menos que un 98,5% de apoyo, con una participación récord, más del 73%.

Los principales actores políticos y sindicales mostraron su satisfacción por los resultados cosechados en la consulta, la primera que se celebra bajo el reinado de Mohamed VI, que ascendió al trono en julio de 1999, tras la muerte de su padre, Hassan II.

Tan inapelables fueron las cifras facilitadas por el ministro del Interior, Taieb Cherkaui -un sorprendente 92,1% de participación en el Sahara occidental, por ejemplo-, que las críticas no se hicieron esperar, y activistas de distinto signo empezaron a denunciar supuestas irregularidades. Eso sí, admitiendo de mano que no tienen capacidad para «contrastar los verdaderos porcentajes».

«Lo que más llama la atención es que el Ministerio del Interior llegase a este porcentaje de participación, cuando las urnas estuvieron prácticamente vacías durante todo el día y la asistencia en los colegios electorales fue mínima», dijo a «Efe» Aziz Masudi, miembro de la organización no gubernamental Transparency Maroc.

Entre los partidos y sindicatos que son legales en Marruecos, la impresión ayer era que el país se encuentra ante «un nuevo comienzo». Lo que no quiere decir, ni mucho menos, que todo esté ya hecho.

Lo advirtió claramente el secretario general de la Unión Marroquí de Trabajo, Miludi Mujariq, para quien la nueva Carta Magna «no es un fin en sí mismo». O, incluso con más rotundidad, el líder del Grupo Parlamentario de Justicia y Desarrollo (PJD), Lahsen Daudi. «El desafío está ahora en la aplicación de la nueva Constitución», afirmó Daudi, advirtiendo de paso de que «la decepción ciudadana será muy grande» si el texto «no se pone en práctica».

Al margen de estos apoyos, el plebiscito y sus resultados recibieron el respaldo de países como España, Francia y Alemania, y el de la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton. El mensaje de Ashton fue el mismo que el de los partidos legales marroquíes. «Ahora animamos a una implementación rápida y efectiva de esta agenda de reformas». Y, a renglón seguido, la nota cooperativa: «La Unión Europea está lista para apoyar totalmente a Marruecos en este esfuerzo».

El Rey de España felicitó por teléfono a Mohamed VI por la aprobación de la nueva Constitución, según informó la agencia oficial marroquí, «MAP». La ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez, saludó «el civismo y madurez política» del pueblo, que «auguran lo mejor para el futuro» del país magrebí.

Francia destacó la «decisión clara e histórica» que se deriva del resultado de la consulta y Alemania considera que la nueva Carta Magna «fortalecerá la democracia».