Washington / Moscú,

Agencias

El Pentágono anunció ayer que un segundo portaaviones de Estados Unidos, el «Carl Vinson», está ya en la zona de responsabilidad de la V Flota estadounidense, encargada del golfo Pérsico, el mar de Omán y el mar Rojo, escenario de fuertes tensiones con Irán en las últimas semanas. Sin embargo, el Departamento de Defensa subrayó que se trata de un desplazamiento de rutina, previsto desde hace meses.

El portaaviones «Abraham Lincoln» navega también rumbo a la zona y atraviesa en la actualidad el océano Índico.

El «Carl Vinson», al que acompañan un crucero y un destructor y que transporta 80 aviones y helicópteros, llegó el lunes para desarrollar tareas de apoyo en la guerra en Afganistán y relevar al portaaviones «John Stennis».

Pero, según el portavoz del Pentágono John Kirby, el «Carl Vinson» -el buque desde el que se arrojó al mar el cuerpo de Osama bin Laden, tras su muerte en mayo a manos de un comando de EE UU- no se encuentra en el golfo Pérsico.

«No quiero dar a nadie la impresión de que estamos enviando a toda prisa a dos portaaviones para allá porque nos preocupa lo que está pasando en Irán», declaró Kirby. «Es sólo un requisito de nuestra estrategia militar establecida por el mando», agregó.

La semana pasada, el «Stennis» y su grupo de batalla atravesaron el estrecho de Ormuz pese a las amenazas iraníes de cerrarlo en represalia por las sanciones internacionales a su programa nuclear. Por el estrecho de Ormuz circula a diario cerca del 40 por ciento del crudo que se extrae en el mundo.

La situación, ya de por sí tensa, se tensó aún más el miércoles con el asesinato del científico nuclear iraní Mustafá Ahmadi Roshan al estallar una bomba en su automóvil en el norte de Teherán. Irán acusó a EE UU y a Israel, aunque Washington rechazó «categóricamente cualquier implicación en esta muerte».

El diario «Kayhan», vinculado al líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, reclamó venganza por la muerte de Roshan e incluso destacó que el «asesinato» de militares y dirigentes políticos israelíes «es muy fácil».

En este clima, el secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Nikolái Pátrushev, dijo ayer que el riesgo de una guerra entre Estados Unidos e Irán es real. «Existe la posibilidad de escalada militar en el conflicto, al que los americanos son empujados por Israel», apuntó Pátrushev al diario «Kommersant».

Pátrushev dijo también que Irán podría cumplir su amenaza «de bloquear la exportación del petróleo arábigo por el estrecho de Ormuz si se emprenden acciones de fuerza contra ellos».

Japón anunció ayer que reducirá sus importaciones de petróleo iraní en respuesta a una petición hecha por el secretario del Tesoro de EE UU, Timothy Geithner, para que sumara a la presión contra Teherán.

La Habana

El presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, reclamó el miércoles un nuevo orden mundial ante el «fracaso» y la «decadencia» del sistema capitalista, durante una visita oficial a Cuba donde se reunió con su homólogo Raúl Castro y con el hermano de éste, el ex presidente Fidel Castro. Según Ahmadineyad, el sistema capitalista «está en decadencia» y en «un callejón sin salida» y lo único que le ha quedado cuando le falta la lógica «es matar».

El mandatario iraní confirmó ayer que el día antes se había reunido con Fidel Castro, con quien trató «muchos temas» y que, según dijo, sigue «con detalle» todos los asuntos regionales e internacionales. «Ha sido motivo de gran alegría para mi ver al comandante Fidel sano y salvo», dijo Ahmadineyad a los periodistas en el aeropuerto de La Habana, donde fue despedido por el presidente Raúl Castro antes de concluir su visita oficial a Cuba y viajar con destino a Ecuador.