Kabul / París, Agencias

El Gobierno francés amenazó ayer con anticipar la retirada de sus tropas de Afganistán, prevista para finales de 2013, después de que un soldado afgano -se desconoce si es un talibán infiltrado- acabase con la vida de cuatro militares galos e hiriese a otra quincena, ocho de ellos de gravedad, en un ataque en la provincia de Kapisa, en el este del país.

Como primera medida tras conocerse el ataque, el presidente galo, Nicolas Sarkozy, anunció la suspensión de las operaciones de entrenamiento y ayuda al combate que las tropas francesas realizan con el Ejército afgano y anticipó que si no se dan las «condiciones de seguridad» entonces «se planteará la cuestión de una retirada anticipada de las fuerzas francesas».

Según Sarkozy, si las condiciones de seguridad de las tropas francesas y las de reclutamiento de los soldados afganos «no son precisadas claramente y seguras», Francia extraerá inmediatamente todas sus consecuencias. «Es una decisión difícil que deberemos adoptar en los próximos días, pero deberé afrontarla ante los franceses y ante nuestros soldados», aseguró durante una recepción al cuerpo diplomático extranjero acreditado en París, tras dejar claro que es «inaceptable» que soldados afganos maten a sus «aliados».

Según explicó el ministro de Defensa, Gérard Longuet, que viajará inmediatamente al país para evaluar las condiciones de seguridad, los hechos se produjeron en la base de Gwam, en el distrito de Tagab, «en el marco de un entrenamiento en el interior de la base». Los cuatro soldados muertos «no estaban armados», precisó.

Los talibanes explicaron en un correo electrónico remitido a los medios de comunicación que no pueden confirmar si el soldado era miembro de su grupo o no, pero, en todo caso, se felicitaron por su actuación. El grupo islamista aseguró que ha «situado hábilmente» a talibanes dentro de las filas enemigas.

El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, lamentó la muerte de los cuatro soldados franceses y la denunció como un acto «terrible», aunque añadió que se trata de un caso «aislado». El pasado 29 de diciembre otros dos militares franceses fueron muertos por el mismo procedimiento.

Por su parte, Estados Unidos declinó pronunciarse sobre una posible marcha anticipada de las tropas francesas y precisó que cualquier decisión «corresponde solamente al Gobierno de Francia», país al que Washington calificó de «miembro valioso de la coalición de la OTAN», cuyas fuerzas «han servido junto a las nuestras con valentía y honor».

Por otra parte, seis marines estadounidenses fallecieron en un accidente sufrido por un helicóptero de la OTAN en la provincia de Helmand, en el sur, el jueves por la noche, según confirmó ayer un portavoz militar aliado citado por la cadena estadounidense CNN.