Jerusalén / París, Agencias

El jefe del Estado Mayor Conjunto del Ejército de EE UU, general Martin Dempsey, instó ayer al presidente israelí Simon Peres a estimular la cooperación bilateral para concretar una postura común frente a Irán y su programa nuclear.

Dempsey cursa una breve visita a Israel en un momento en el que EE UU intenta convencer al Estado judío de que se abstenga de atacar unilateralmente a Irán, posibilidad con la que los medios israelíes especulan intensamente desde noviembre, ya que podría desestabilizar la región entera.

El ministro de Defensa israelí afirmó, sin embargo, esta semana que su país «está muy lejos» de tomar una decisión que la diplomacia francesa situó ayer en el horizonte del próximo verano y, en todo caso, antes de las elecciones presidenciales estadounidenses de noviembre.

También esta semana se anunció que se posponen las maniobras militares conjuntas que Israel y EE UU tenían previsto realizar en abril, lo que los analistas israelíes interpretaron como una medida de Washington para rebajar la tensión respecto a Irán.

Aún así, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, consideró el lunes que las sanciones a Irán son insuficientes para frustrar sus ambiciones nucleares. «Mientras no haya sanciones efectivas al Banco Central de Irán y a la industria petrolera, no habrá ningún efecto sobre el programa nuclear», afirmó Netanyahu.

El jefe del Gobierno israelí advirtió además de que su país debe reforzar sus capacidades de defensa contra ataques terrestres y aéreos en previsión de la posibilidad de un avance iraní sobre Irak, país del que las tropas de EE UU salieron a finales del pasado año.

No sólo Netanyahu pide sanciones más fuertes, ya que el presidente francés, Nicolas Sarkozy, las reclamó ayer, asegurando que tales medidas son lo único que puede impedir «la guerra» en Oriente Medio y tal vez fuera de la región. Se dirigió en particular Sarkozy a China y a Rusia, que hasta ahora han vetado en el Consejo de Seguridad un dispositivo de sanciones a Teherán.

Mientras, la UE, que el jueves alcanzó un principio de acuerdo sobre un embargo petrolero, que debe ser aprobado el lunes, se aplicó ayer a convencer a Grecia de que lo apruebe. Atenas recibe petróleo de Irán sin que se le exijan las garantías que reclaman otros países.