La Habana, Agencias

El disidente Wilman Villar Mendoza murió ayer en un hospital de Santiago de Cuba tras una huelga de hambre que inició en prisión al ser condenado en noviembre a cuatro años de cárcel, informaron a «Efe» fuentes familiares y de la oposición interna.

Según Elizardo Sánchez, portavoz de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, Villar Mendoza, de 31 años, pertenecía desde septiembre a un grupo llamado Unión Patriótica de Cuba (UPC), que se creó a mediados de 2011 y que lidera el ex preso político José Daniel Ferrer.

Se trata del tercer preso disidente cubano que muere a consecuencia de una protesta de este tipo. Los dos anteriores fueron Orlando Zapata Tamayo, fallecido en febrero de 2010 tras mantener durante 85 días una huelga de hambre para ser tratado como un «prisionero de conciencia», y Pedro Luis Boitel, quien murió el 25 de mayo de 1972 en la prisión Castillo del Príncipe, después de una protesta de 53 días.

Villar Mendoza fue detenido el 14 de noviembre cuando participaba en una protesta de la UPC en la localidad oriental de Contramaestre, donde residía, y días después, según la CCDHRN, se le sometió a un «juicio sumario» por delitos de desacato y atentado a la autoridad, y fue condenado a cuatro años de prisión. Fue encarcelado en la prisión de Aguadores, donde comenzó su huelga de hambre.

Desde Madrid, disidentes cubanos denunciaron la detención de «decenas y decenas» de personas en las provincias de Santiago de Cuba, Granma, Holguín y Guantánamo tras la muerte del opositor. Las informaciones fueron confirmadas desde La Habana por Elizardo Sánchez, que las atribuyó al supuesto objetivo de que haya la menor participación posible en el velatorio de Villar.

Por su parte, el Gobierno español pidió ayer a las autoridades cubanas que liberen a los presos políticos y proclamó que en sus relaciones bilaterales con Cuba trabajará desde «el principio básico» de la defensa de la libertad. Así lo aseguró la vicepresidenta Santamaría durante la conferencia de prensa posterior al Consejo de Ministros. La Vicepresidenta anunció que España trabajará en el seno de la UE para reforzar «la reconciliación y la concordia», de modo que se geste en la isla «un futuro esperanzador para los demócratas cubanos».

En Bruselas, la Alta Representante de Política Exterior y Seguridad Común de la UE, Catherine Ashton, lamentó «profundamente» la muerte del disidente y añadió que el caso plantea «dudas» sobre el sistema judicial y penitenciario de La Habana ya que se trata de la segunda muerte en condiciones similares «en muy poco tiempo», informaron a «Europa Press» fuentes de su departamento.

Las fuentes también destacaron que la delegación de la UE sigue la situación «muy de cerca», en colaboración con las embajadas de los países europeos en la isla, en especial en lo que respecta «a las razones de las sentencias (dictadas) contra el señor Villar y otros presos».

Ashton celebró el indulto anunciado en diciembre para 2.900 presos cubanos, pero insistió en «la importancia de que las autoridades cubanas continúen haciendo progresos hacia el respeto pleno de todos los derechos políticos y civiles del pueblo cubano, incluida la libertad de expresión».

En Washington, el Gobierno de EE UU deploró la muerte de Villar, al que calificó de «defensor joven y valiente de los derechos humanos en Cuba», en palabras de la portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland, quien aseguró que el fallecimiento del anticastrista es «una tragedia».