Londres / Bruselas, Agencias

El Gobierno de Australia prohibirá, al igual que hizo el lunes la Unión Europea (UE), la importación de petróleo iraní, según informó ayer el ministro de Exteriores de ese país, Kevin Rudd.

La UE acordó el lunes una norma que prohibirá la importación de petróleo procedente de Irán a partir del próximo 1 de julio. El objetivo de la medida es ejercer más presión sobre Teherán para que acceda a abandonar su programa nuclear. Cerca del 20 por ciento de las exportaciones de petróleo iraní están destinadas a los países de la UE.

La UE inició ayer aproximaciones para convencer a Japón y a Corea del Sur de que se sumen al embargo, algo que, de conseguirse, dejaría a Irán prácticamente sin la mitad de su mercado de crudo. Japón importa alrededor de un 17% del petróleo iraní, mientras que Corea del Sur compra en torno al 9%, según datos de 2010.

Una fuente comunitaria confirmó ayer que ya ha habido «contactos preliminares» con los dos países asiáticos y añadió que hay indicios de que estos países estarían en disposición de seguir la línea acordada el lunes por los Veintisiete. No obstante, esta apreciación puede pecar de optimismo, ya que el secretario del Tesoro de EE UU, Timothy Geithner, fracasó hace escasos días en su intento de sumar a estos dos países al embargo, decretado por EE UU con anterioridad a que lo hiciese la UE. Japón, que ya ha reducido un 40% sus importaciones de crudo iraní, pidió expresamente a Washington la pasada semana que lo exonere de sumarse a un embargo total.

Las acciones diplomáticas de la UE se completarán estos días con contactos con China e India para que no aumenten sus compras de petróleo iraní en sustitución de las que llevaba a cabo Europa, indicaron fuentes de Bruselas. Las fuentes explicaron que es probable que tras perder el mercado europeo Teherán ofrezca a otros países crudo con importantes descuentos. China es el mayor importador de crudo iraní, con alrededor del 20%, e India es el tercero, con un 16%.

Entre tanto, Israel denunció ayer ante el Consejo de Seguridad de la ONU que Irán no ha estado nunca tan cerca de contar con armas nucleares y le pidió que actúe para detener la que definió como «la mayor amenaza a la seguridad de todo el mundo».

«Es el momento de actuar. Mientras Irán se acerca más al arma nuclear, el silencio no es una opción», aseguró el embajador israelí ante la ONU, Ron Prosor. Desde 2006, el Consejo de Seguridad de la ONU ha dictado cuatro rondas de sanciones diplomáticas, comerciales y nucleares contra Irán, con el objetivo de impulsar un acuerdo dialogado con Teherán que evite que prosiga sus planes de enriquecimiento de uranio como combustible atómico.