La Autoridad de Seguridad Marítima de Australia (AMSA, por sus siglas en inglés) ha informado de que un total de 238 personas que se encontraban en el agua o en botes salvavidas han sido rescatadas después de que este jueves se hundiera un ferry junto a la costa de Papúa Nueva Guinea, pero se sigue buscando a más de 100 que siguen desaparecidas.

Esas 238 personas fueron rescatadas en las doce horas posteriores al hundimiento del 'Rabaul Queen', a bordo del cual había unas 350. El barco naufragó a 16 kilómetros de distancia de la costa de la localidad de Finschhafen, en el este de Papúa. Rabaul Shipping, la empresa propietaria del ferry, ha precisado que perdió el contacto con el barco a primera hora de la mañana.

La AMSA ha pedido a los barcos presentes en la zona que se dirijan a Finschhafen y, según su portavoz Carly Lusk, ya hay cinco participando en las labores para encontrar supervivientes. Lusk ha añadido que desde Australia han enviado tres aviones y además están lanzando botes salvavidas al mar.

El responsable de la coordinación en caso de desastres en la ciudad papú de Lae, Charlie Masange, ha declarado a la cadena de televisión australiana ABC que esa tarea está resultando muy complicada. "Hace mucho viento y el mar está bravo", así que "las embarcaciones pequeñas no pueden participar en las labores de rescate", ha explicado.

Según la Policía de Kimbe, de donde zarpó el ferry, la mayoría de los pasajeros son estudiantes y profesores.

El primer ministro de Papúa, Peter O'Neill, ha afirmado que el accidente será investigado y que "hay que restablecer las medidas de seguridad en este sector" porque "el transporte marítimo es uno de los medios de transporte más importantes del país".

Su homóloga australiana, Julia Gillard, ha señalado que es "una gran tragedia" y que "probablemente va a haber muchas víctimas mortales".