Las dotes cantoras que ha demostrado últimamente el presidente de EE. UU.,Barack Obama, han disparado las ventas de las canciones que entonó y han revelado una faceta suya que muchos desconocían, pero también han servido de blanco fácil para sus rivales políticos.

Se cuentan por millones el número de visitas de las páginas que colgaron el momento en el que el presidente estadounidense se animó a entonar, el pasado 19 de enero, el clásico "Let's Stay Together" (Vamos a estar juntos), y las ventas del "single" se multiplicaron en un 490 por ciento durante la semana siguiente al instante "artístico" de Obama.

"Y... estoy tan enamorado de ti", cantó entre los aplausos de los cientos de seguidores demócratas presentes en el teatro Apollo de Nueva York como un guiño a su autor, el reverendo Al Green, considerado una de las grandes leyendas del "soul" estadounidense y quien además se encontraba entre los asistentes.

Obama demostró que no le importó entonar un par de versos, y desafió a parte de su equipo, que como él mismo confirmó entonces, no creía que fuese capaz de arrancarse a hacerlo en medio de la reunión demócrata.

Sin embargo, ante tanta expectación causada por las habilidades más que notables del presidente el episodio no podía quedar solamente ahí.

La segunda parte, aún más espectacular, llegó el pasado martes, cuando Obama y su esposa Michelle ofrecieron una velada de "blues" en la Casa Blanca amenizada por Mick Jagger y BB King.

El líder de los Rolling Stones ya había advertido a lo largo de la tarde a través de su cuenta de Twitter que Obama se había colado por los ensayos previos a la ceremonia y que se le veía muy feliz con el evento.

Tan relajado le vio el legendario guitarrista Buddy Guy que le animó a repetir la experiencia de días antes y agarrar el micrófono para interpretar unas notas.

"Le he oído cantar a Al Green... ¡Usted ha empezado algo, tiene que mantenerlo! ¡Puede hacerlo!", le animó.

Reacio al principio, finalmente el presidente efectivamente agarró el micrófono y se arrancó con unas líneas de "Sweet Home Chicago", la canción que cerró la velada.

No es el primer presidente que se arriesga a mostrar en público sus habilidades artísticas, porque ¿quién no recuerda al expresidente Bill Clinton empuñando su saxo tras unas oscuras gafas de sol?

Hasta entonces, Clinton estaba por detrás en las encuestas de popularidad, pero aquel momento estelar tocando en el programa de "Arsenio Hall" el tema de Elvis Presley "Heartbreak Hotel" le relanzó en la carrera presidencial a través de una imagen que los ciudadanos percibieron como más humana y cercana.

A otro de sus predecesores, Richard Nixon, sin embargo, el piano no le salvó del Watergate.

Pero si Obama ha dejado bien sentado su talento como cantante en unas imágenes que han corrido como la pólvora por los medios digitales, también ha ofrecido a la oposición nuevas herramientas para cargar en su contra.

Los republicanos de Florida lanzaron este jueves un anuncio en el que utilizan las imágenes del presidente cantando en esa velada, sobre las que superponen un gráfico en el que se observa el incremento de los precios de la gasolina desde que llegó al poder. Concluye con el mensaje "Obama canta mientras el pueblo llora".

Curiosamente, fue en el estado de Florida donde el principal aspirante republicano a la presidencia de EE. UU. hasta el momento, Mitt Romney, se arrancó también por su cuenta a cantar en público.

"America The Beautiful", una canción patriótica, fue la tonada elegida por el ex gobernador de Massachusetts. Pero cómo la entonó dejó claro por qué Romney nunca hizo carrera en los escenarios musicales de Broadway.

Dados los altibajos sufridos hasta ahora en la carrera electoral republicana, hoy por hoy es complicado predecir si será Romney o alguno de sus rivales quien compita contra Obama en las presidenciales de noviembre.

Pero una cosa es segura: los republicanos tienen mejores perspectivas contra Obama en las urnas que en un concurso de canto.