Washington, E. P.

Los ex senadores estadounidenses Bob Graham y Bob Kerrey, que encabezaron las investigaciones sobre los ataques del 11 de septiembre de 2001 contra el World Trade Centre y que tuvieron acceso a información clasificada durante el transcurso del proceso, afirmaron ayer que el Gobierno de Arabia Saudí, uno de los principales aliados de EE UU, habría tenido un papel en dichos ataques.

«Estoy convencido de que hubo una línea directa entre al menos algunos terroristas que llevaron a cabo los ataques del 11-S y el Gobierno saudí», dijo Graham, ex senador demócrata por Florida, en una declaración jurada presentada contra el Ejecutivo saudí por familiares de víctimas de los atentados.

Kerrey, un ex senador demócrata de Nebraska, denunció por su parte que «las pruebas relacionadas con la plausible participación de presuntos agentes del Gobierno saudí en los ataques del 11 de septiembre nunca han sido investigadas en profundidad».