El Cairo

El secretario general de la Liga Árabe, Nabil Elaraby, advirtió ayer de los riesgos de «usar la violencia» como forma de resolver la crisis desatada en Siria y se desmarcó de los alegatos lanzados desde algunos países de la región -en particular Arabia Saudí y Qatar- en defensa de la entrega de armas a los rebeldes.

La Liga aprobó en febrero una resolución por la que alentó a los países árabes a «proporcionar todo tipo de apoyo político y material» a la oposición, lo que fue visto desde algunos sectores como un respaldo implícito a la entrega de armamento. Arabia Saudí y Qatar han liderado la campaña de aislamiento de Siria. Otro país beligerante ha sido Kuwait, cuyo Parlamento se mostró el jueves partidario de armar a la oposición siria, mientras que Egipto, Argelia o Irak se han mostrado más cautos.