El Gobierno sirio está dispuesto a colaborar con el enviado especial de las Naciones Unidas y la Liga Árabe para Siria, Kofi Annan, con el fin de solucionar la crisis en el país, difundió hoy la agencia oficial de noticias SANA.

El Ministerio sirio de Asuntos Exteriores envió un mensaje a distintos organismos de la ONU en el que señaló que el Ejecutivo "continúa esforzándose para hallar una solución política a la crisis con la colaboración de Annan y mediante el fortalecimiento de los logros democráticos", según la agencia.

Poco antes de que el enviado especial exponga los resultados iniciales de su mediación al Consejo de Seguridad de la ONU, el régimen del presidente sirio, Bachar al Asad, reiteró en su mensaje que sigue en su empeño de "proteger a sus ciudadanos, desarmar al terrorismo y castigar a quienes lo practican".

El mensaje estuvo dirigido al Consejo de Seguridad, a la Secretaría General y al Consejo de Derechos Humanos, entre otros organismos de la ONU, a los que las autoridades sirias pidieron su respaldo para poner fin a la violencia y "cesar la financiación extranjera al terrorismo".

El régimen de Al Asad señaló que ha elegido entablar un "diálogo nacional" con la oposición para resolver los problemas que afronta Siria y recuperar la estabilidad.

Entre las medidas implantadas desde que estallaron las protestas hace un año, la misiva cita la derogación de la Ley de Emergencia, la celebración de elecciones municipales y la nueva Constitución que abre las puertas al multipartidismo.

Además, el Gobierno responsabilizó a los grupos terroristas de cometer las últimas matanzas en la provincia de Homs, bastión opositor que ha sido uno de los principales objetivos militares en los últimos meses.

Kofi Annan, que se reunió el pasado fin de semana con Al Asad en Damasco y le propuso una serie de planteamientos concretos, tiene previsto presentar hoy al Consejo de Seguridad la respuesta que obtuvo del régimen sirio.

El respaldo a la misión de Annan para establecer un diálogo entre el régimen de Damasco y la oposición es uno de los cinco puntos del plan para Siria consensuado la pasada semana por Rusia y la Liga Árabe.

Además, la iniciativa estipula el cese de la violencia, "sea cual sea su origen", la creación de un mecanismo neutral que supervise el alto el fuego, la no intervención extranjera y el acceso a la ayuda humanitaria.

Desde que comenzó la revuelta en Siria a mediados de marzo de 2011, más de 8.000 personas han muerto por la represión gubernamental, según la ONU, si bien el régimen acusa a supuestos terroristas de estar detrás de la violencia.