La canciller alemana, Angela Merkel, se encuentra irritada por la decisión de Sarkozy de retirarle la invitación a participar en la campaña de las presidenciales galas hecha a comienzos de año, alegando que la batalla electoral «es asunto de los franceses».

A principios de enero Sarkozy había pedido personalmente a Merkel que le apoyara con su presencia en varios mítines y que no recibiera al socialista François Hollande. Merkel criticó ante su círculo de confianza los cambios de opinión de Sarkozy, al que pidió explicaciones al margen de la última cumbre de la Unión Europea (UE) en Bruselas.

El candidato Hollande anunció ayer una reconquista socialdemócrata continental a partir de las elecciones francesas de abril y mayo y propuso que Europa favorezca políticas de crecimiento y empleo frente a la imperante austeridad.

«Incluso los conservadores esperan una victoria nuestra para renegociar el pacto presupuestario», dijo Hollande en referencia al nuevo tratado de la Unión Europea (UE), que firmaron 25 de los 27 estados y que calificó como un acuerdo «de austeridad».

«No habrá éxito ni regreso al equilibrio si el tratado sólo es presupuestario, es decir, de disciplina, de sanción. El tratado está firmado, no está ratificado. Por lo tanto, hay espacio para la negociación», aseguró Hollande ante líderes socialdemócratas como el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, el primer ministro belga, Elio Di Rupo, o el ex primer ministro italiano, Massimo D'Alema. El candidato del PSF se reafirmó en su compromisos de aprobar un impuesto a las transacciones financieras y bonos europeos para impulsar la inversión en energía y educación.