La jefa de la diplomacia de la Unión Europea, Catherine Ashton, condenó este lunes el "asesinato indiscriminado" de civiles en los ataques con bombas perpetrados el pasado sábado en Damasco y en el domingo en Alepo, la segunda ciudad de Siria, en los que murió una treintena de personas.

"La alta representante (de la UE) condena sin reservas las explosiones de bombas en Damasco el 17 de marzo y en Alepo el 18 de marzo", ataques en los que murieron al menos 29 personas y resultaron heridas otras 130, indicó en un comunicado el portavoz de Ashton, Michael Mann.

Ashton trasladó sus condolencias a las familias de las víctimas, así como a todo el pueblo de Siria.

"La UE condena todos los actos de terrorismo. No hay justificación para el asesinato indiscriminado y mutilación de civiles inocentes, bajo ninguna circunstancia", comentó.

El portavoz aseguró que la alta representante europea "sigue con gran preocupación los informes que hablan de tiroteos intensos la noche pasada en el distrito Mezeh de Damasco".

"Estos trágicos eventos subrayan la urgencia de detener la espiral de violencia en Siria y de proteger la vida de los ciudadanos sirios", declaró.

Por último, Ashton volvió a urgir a las autoridades sirias a "cooperar totalmente" con la misión de mediación que lleva a cabo el enviado especial de la ONU y la Liga Árabe, Kofi Annan.

En declaraciones a la prensa tras participar en una conferencia en Bruselas, Ashton subrayó que el bloque da todo su apoyo a Annan en sus intentos por detener la violencia, que es ahora "lo más importante".

Según la alta representante de la UE, "debe hacerse todo esfuerzo posible", ya sea en las Naciones Unidas, a través de sanciones al régimen, o en negociaciones para detener la pérdida de vidas.

"Para todos nosotros, se trata de que la gente de Siria tenga el derecho a decidir su futuro y avanzar sin miedo", señaló.

Por su parte, el secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, reclamó en la misma rueda de prensa una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que detenga los combates e incluya mecanismos apropiados de supervisión.

Al Arabi opinó también que la principal prioridad es "detener la violencia" y expresó su preocupación por el "deterioro del conflicto, que podría llevar a una guerra civil".

Los grupos rebeldes y las fuerzas de seguridad del presidente Bachar al Asad continúan librando duros enfrentamientos en Damasco, en otra sangrienta jornada que ha coincidido con la llegada de la misión de observadores promovida por Annan.