Siria vivió hoy una nueva jornada de violencia en la que perecieron al menos 70 personas, entre ellas doce menores, la mayoría en las castigadas provincias del norte y centro del país, según grupos opositores.

De acuerdo con el opositor Comités de Coordinación Local (CCL), 24 personas perdieron la vida en Idleb (norte), 20 en Homs y 15 en Hama (centro), focos de la oposición desde el inicio de la revuelta hace un año.

Entre las víctimas mortales de Idleb figuran doce personas, en su mayoría niños, que al parecer murieron en un ataque de las fuerzas gubernamentales contra el autobús en el que viajaban.

Según el grupo opositor, los fallecidos eran miembros de dos familias y trataban de huir hacia campamentos de refugiados en Turquía.

Las operaciones de las tropas del régimen en esta zona, continuas desde principios de mes, fueron especialmente intensas esta jornada en las localidades de Saranieh y Simin, que fueron bombardeadas y en las que se practicaron numerosos arrestos, agregaron.

En Homs, numerosas viviendas ardieron en la ciudad antigua debido a los bombardeos, que también afectaron a la cercana población de Al Qusair, mientras que en Hama, donde se convocó por segundo día una jornada de huelga general, tuvo lugar un amplio despliegue militar en algunas zonas.

El grupo opositor denunció, asimismo, que las tropas abrieron fuego contra los civiles en la ciudad, al igual que ocurrió en la cercana localidad de Maard, donde irrumpieron un elevado número de efectivos de seguridad.

Por su parte, la agencia oficial de noticias Sana informó de la celebración de los funerales de 18 soldados y miembros de las fuerzas de seguridad, que fueron asesinados por "grupos terroristas", a los que las autoridades acusan de la violencia en el país.

Según cifras de la ONU, más de 8.000 personas han muerto en Siria desde que en marzo de 2011 comenzara la revuelta popular contra el régimen de Al Asad en marzo, en un conflicto azuzado por la represión del régimen y la acciones de los grupos armados de oposición.

Para tratar de contrarrestar las operaciones de las fuerzas gubernamentales, el rebelde Ejército Libre Sirio (ELS) ha decidido cambiar de táctica en sus combates, según dijo hoy a Efe su "número dos", Malik Kurdi.

"La nueva táctica consiste en no enfrentarse directamente con las brigadas de (Bachar) al Asad por el desequilibrio en las armas y las municiones", dijo Kurdi.

En medio de la violencia, la misión de observación de la ONU y de la Organización de la Cooperación Islámica (OCI), que llegó el martes pasado a Damasco, siguió adelante con su misión en busca de un alto el fuego

Además de evaluar la situación humanitaria, otra de las tareas de esta misión será preparar una nueva visita del enviado conjunto de la ONU y de la Liga Árabe para Siria, Kofi Annan, que ya estuvo en el país los pasados 10 y 11 de marzo para entrevistarse con Al Asad.