En la misma avenida de la capital tunecina, pero divididos en grupos, miles de tunecinos se concentraron hoy para celebrar el primer aniversario del derrocamiento del presidente Zine el Abidine Ben Ali.

Los manifestantes ocupan desde primeras horas del día las inmediaciones del Teatro Municipal, donde se han instalado tanto seguidores del partido islamista en el poder, Al Nahda, como los rigoristas religiosos del Hizbu Atahrir o seguidores de la corriente salafí vestidos con ropas tradicionales.

"Nuestro Corán nos protege", coreaban muchos de los presentes que mostraban su solidaridad con el pueblo palestino y daban también la bienvenida al emir de Catar, Hamad bin Jalifa al Zani, que llegó ayer al país para participar en las celebraciones oficiales previstas para hoy.

Frente a la sede del Ministerio de Interior, situada a varios centenares de metros, se convirtió, por su parte, en lugar de reunión de diferentes partidos de izquierda.

Simpatizantes del marxista Partido Nacional Patriótico y leninistas del Partido de los Obreros Comunistas Tunecinos gritaban contra la presencia del emir por lo que consideran "una injerencia de Catar y de Estados Unidos" en la política nacional.

"Ni califato ni Catar, libertad, libertad" o "ni sionismo ni catarismo" fueron algunos de los lemas entonados por los estudiantes de izquierda, en referencia al apoyo prestado por el emirato y que, según insisten, favorece a la corriente islámica.

Paralelamente, miles de obreros y profesionales liberales se concentraron frente a las puertas de la sede del sindicato mayoritario, Unión General de los Trabajadores Tunecinos, desde donde partió una marcha con motivo del primer aniversario del fin de la dictadura.

Un responsable de la sección local de Amnistía Internacional destacó la gran movilización popular en las celebraciones, que, recordó, era impensable en la era de Ben Ali, aunque confesó que le hubiera gustado que todos marcharan unidos "bajo la bandera de Túnez".

En la avenida de Burguiba, corazón de la ciudad y donde se concentraron hoy hace un año miles de tunecinos que exigían la marcha de Ben Ali, confluyeron sin incidentes todas manifestaciones de las distintas las corrientes ideológicas y políticas.

Banderas negras con citas coránicas de los creyentes más rigoristas ondearon junto a las enseñas rojas con la hoz y el martillo de los comunistas.

No obstante, en las movilizaciones populares llamó la atención la ausencia de la mayoría de los partidos con representación en la Asamblea Nacional Constituyente, incluidos los dos socios de gobierno de Al Nahda, el Consejo Por la República (CPR), del presidente del país Moncef Marzuki, y el Takatol, del presidente del Parlamento, Mustafa Ben Yafaar.

Tampoco se notó la presencia de asociaciones de la sociedad civil, aunque sí acudieron activistas y defensores de los derechos humanos, que no se quisieron perderse la celebración.

Las actividades oficiales conmemorativas previstas para esta tarde contaran con la presencia de líderes de varios países árabes entre ellos el presidente argelino, Abdelaziz Buteflika, que fue recibido con honores militares por Marzouki y el primer ministro tunecino, Hamadi Yabali, a su llegada hoy al aeropuerto.

Asimismo, el emir de Catar y el líder del Consejo Nacional Transitorio libio, Mustafa Abdulyalil, que llegaron ayer al país.