El presidente de Hungría, Pál Schmitt, miembro desde 1983 del Comité Olímpico Internacional (COI), anunció hoy en el Parlamento que dimitía de su cargo después de que se le haya retirado su título de doctor, por plagio de parte de su tesis doctoral centrada en el olimpismo moderno.

El escándalo salió a la luz cuando la revista HVG aseguró en enero que gran parte de la tesis del presidente fue copiada de diversas fuentes, por lo que la Universidad de Medicina "Semmelweis" de Budapest investigó el trabajo y decidió el jueves pasado retirarle el título.

En su discurso, Schmitt aseguró que debido a que su caso ha dividido tanto a la opinión pública del país y ya que el presidente "simboliza la unidad de la nación", ha decidido dimitir.

"En esta situación siento como una obligación terminar mi servicio y dimitir de mi mandato presidencial", manifestó.

Schmitt criticó a la comisión que decidió quitarle el título, afirmando que han tomado la medida sin conocer su postura y anunció que apelará esa decisión y que llevará el caso ante la Justicia.

El senado de la Universidad de Medicina "Semmelweis" de Budapest, le retiró la semana pasada el título de doctor al considerar que ha copiado gran parte de sus tesis.

La Universidad comunicó que una gran parte de la investigación consistió en la traducción literal de otras fuentes, sin señalarlo así en las notas del trabajo académico.

La tesis, galardonada en 1992 con la nota de "suma cum laude", lleva el título "Análisis del programa de los Juegos Olímpicos modernos".

Ganador de la medalla de oro en esgrima en los Juegos de México'68 y Múnich'72, además de olímpico en Montreal'72, Pal Schmitt preside desde 1995 la Comisión de Deporte y Medio Ambiente del COI.

En 2001 optó sin éxito a la presidencia de este organismo para relevar al español Juan Antonio Samaranch, cargo para el que fue elegido el belga Jacques Rogge, que compitió por el puesto con el propio Schmitt, la estadounidense Anita DeFrantz, el surcoreano Un Yong Kim y el canadiense Dick Pound.

Schmitt fue electo como presidente de Hungría en junio de 2010, con la mayoría de dos tercios del gobernante y conservador partido Fidesz.

Durante su presidencia apoyó la política del primer ministro, Viktor Orbán, firmando controvertidas leyes, criticadas ampliamente por la Unión Europea y EEUU, que ponen trabas a la libertad de prensa y limitar la separación de poderes.

Según la legislación húngara, el Parlamento tiene ahora un mes para elegir el nuevo presidente.

Éste deberá ser mayor de 35 años y tendrá que conseguir en la primer vuelta más de dos tercios de los votos, y como el Fidesz cuenta con esa mayoría, no se espera que la votación se repita.