Dos de los seis policías que, junto a cuatro militares, fueron liberados el lunes tras más de una década en poder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) han revelado que consiguieron escaparse y permanecieron un mes deambulando por la selva hasta que la guerrilla les capturó de nuevo y, en contra de la norma, no les fusiló.

En declaraciones recogidas por Caracol Radio, los policías Jorge Trujillo y José Libardo Forero han revelado que consiguieron escapar de la guerrilla. "Trujillo estaba enfermo y yo le dije que si nos fugábamos, pero no aceptó. Después fue él quien me lo dijo y yo acepté", ha dicho Forero.

"Fue un día especial, con lluvia. El guardia estaba a unos tres metros de la caleta donde estábamos nosotros. La salida era peligrosa, tanto que cuando estábamos saliendo casi retrocedemos", ha relatado.

Los policías consiguieron sus propósitos, aunque apenas recuperaron la libertad durante un mes, sobreviviendo a base de siete paquetes de galletas, dos arepas y los peces que pescaban en los ríos de la zona, que no han sabido identificar.

"Un día llegamos caminando a una casa civil, donde nos ofrecieron un almuerzo, pero cuando nos disponíamos a salir, otra vez la guerrilla. Nos tiraron al suelo, nos quitaron la ropa y nos dijeron que nos iban a fusilar", ha apuntado Forero. "En ese momento estaba esperando un tiro y puse la cabeza", ha detallado.

Los dos policías se sorprendieron al comprobar que los guerrilleros no cumplieron su amenaza, a pesar de que la norma de las FARC es fusilar a los rehenes que logran escapar. Tanto Trujillo como Forero creen que no lo hicieron porque había civiles delante.

Los otros uniformados liberados el lunes han denunciado el trato inhumano que recibieron de la guerrilla, destacando que les obligaban a permanecen encadenados por parejas durante horas e incluso días para que, en caso de ataque de la Fuerza Pública o de fuga, no lograran sobrevivir.

El militar Luis Arturo Arcia ha señalado que la guerrilla les obligaba a permanecer encadenados de pies o manos a otro rehén. "Las FARC siempre mantuvieron la idea de que en caso de que (las fuerzas de seguridad intentaran un) rescate: 'vivos no se los llevan'", ha explicado.

Arcia ha confesado que nunca perdió la esperanza de que la Fuerza Pública les rescatara, pero que temía morir en el intento. El uniformado ha recordado la 'Operación Camaleón', en junio de 2010. "El Ejército llegó al campamento donde estábamos nosotros, se oyeron unos disparos y el mando dio la orden de sacarnos de ahí, con ello se evitó el rescate o que fuéramos asesinados", ha indicado.

Por su parte, el policía Wilson Rojas ha considerado que los "momentos críticos" se vivieron con los continuos bombardeos de la Fuerza Pública sobre los campamentos de las FARC. En concreto, ha recordado el del 27 de abril de 2008. "La bombas cayeron a 200 metros de nosotros. Gracias a Dios pudimos salir corriendo con los guerrilleros", ha relatado.