Nueva Delhi, D. AGÚNDEZ

La India entró ayer en el reducido grupo de países que disponen de misiles de largo alcance, con la exitosa prueba del «Agni V», un proyectil capaz de portar ojivas nucleares y de alcanzar objetivos en toda Asia y parte de Europa.

El misil, con un alcance estimado superior a los 5.000 kilómetros, fue lanzado ayer por la mañana desde una base india situada en la isla de Wheeler, frente a las costas orientales de la India, y se elevó hacia el océano en medio de una densa humareda blanca.

«Ha sido un lanzamiento fantástico. El misil llegó 20 minutos después a las coordenadas previstas y los datos telemétricos muestran que el éxito es del cien por ciento», confirmó el director de la base donde tuvo lugar la prueba, S. P. Dash.

«La India es un país con capacidad para diseñar, desarrollar y producir un misil de largo alcance. Ahora somos una potencia en materia de misiles», dijo después el jefe de la Organización India para Investigación y Desarrollo de Defensa (DRDO), V. K. Saraswat.

El «Agni V» (fuego, en sánscrito) pesa 50 toneladas, puede transportar una ojiva nuclear de una tonelada y, a diferencia de sus predecesores, presenta un sistema de propulsión en tres fases y no de dos, de acuerdo con distintas fuentes.

Con el lanzamiento, la India entra en el pequeño grupo de países capaces de golpear objetivos a larga distancia, compuesto por Rusia, China, EE UU, Francia y el Reino Unido, aunque se cree que Israel también posee proyectiles similares.

Un misil intercontinental es aquél con un alcance de más de 7.500 kilómetros, por lo que el DRDO califica al «Agni V» como un proyectil de rango «intermedio», lo cual es suficiente para golpear cualquier objetivo en toda China, gran parte de Asia y Europa oriental.

«Pero nuestra doctrina es no ser el primero en atacar y nos adherimos a ella con firmeza. Este misil, básicamente, es un artefacto disuasorio», puntualizó el portavoz del DRDO, Ravi Gupta.

La India mantiene desde hace años una carrera armamentística con su rival y vecino Pakistán, que también posee armas nucleares, aunque los funcionarios indios no pierden de vista las capacidades militares de China, de la que desconfían históricamente. «Básicamente, la puesta a punto del "Agni V" es una manera de decir a hipotéticos enemigos que es mejor no meterse con nosotros», dijo el analista Ajay Lele.

A diferencia de China, que cuenta con un misil nuclear de 12.000 kilómetros de alcance, el Gobierno de la India ha asegurado que no busca desarrollar la tecnología intercontinental, lo que en cualquier caso es una decisión política susceptible de cambio.

Con prueba y todo, Pekín reafirmó ayer las buenas relaciones que mantiene con Nueva Delhi en el plano comercial, pese a las disputas fronterizas, y la OTAN consideró que la India no es «una amenaza» para sus miembros o territorio.

Bruselas

Aparte de la rentabilización de los recursos y la compleja retirada de Afganistán, la agenda de la próxima cumbre de la OTAN en Chicago esconde un punto de fricción que, según los expertos, amenaza la cohesión de la Alianza. La cuestión sobre el futuro del arsenal bélico nuclear de Estados Unidos en Europa es también asunto de conflicto en la hasta ahora amistosa colaboración entre Rusia y la OTAN.

«Los 28 estados miembros tienen muy distinta visión sobre esas armas, con un grupo que aboga por un desarme total y otro, el de los más vulnerables, que quieren que se mantengan indefinidamente», explica George Perkovich, investigador del Carnegie Endowment for Interntional Peace.

«Actualmente, cinco países -Bélgica, Holanda, Alemania, Italia y Turquía- tienen bombas B61 estadounidenses en sus bases y algunos capacidad área para transportarlas», agrega. Fuentes militares de la OTAN confirmaron que se trata de una cuestión «muy delicada y compleja» sobre la que no hay consenso y en la que se trabaja duro para solventarla antes del 2020, en cooperación con Rusia.