Nueva York, Agencias

El Consejo de Seguridad de la ONU tiene sobre la mesa dos proyectos de resolución, uno presentado por Rusia y otro redactado por Francia y el Reino Unido, para autorizar el envío a Siria de una misión de 300 observadores a comprobar el alto el fuego acordado entre las partes.

Las divergencias que sobre la crisis siria tienen Rusia y las potencias occidentales se escenificaron ayer de nuevo en la ONU con la circulación de dos textos paralelos aunque con el mismo objetivo, el de autorizar 300 observadores militares desarmados por un período de tres meses.

La diferencia básica entre los proyectos de resolución es la inclusión de la amenaza de «mayores medidas» contra Damasco si las autoridades sirias no cumplen con el plan de paz ideado por el enviado especial a Siria, Kofi Annan, acordado por las partes pero cuyo cumplimiento por parte del Gobierno es insatisfactorio.

De hecho, las tropas del régimen bombardearon la ciudad de Homs, bastión opositor ubicado en el centro del país, informó a «Efe» la red de activistas opositora siria Sham, y los comités de coordinación local denunciaron que el jueves murieron al menos treinta personas.

Mientras, la UE estudia vetar venta de bienes de lujo a Siria tras las compras por valor de miles de euros de Asma al Asad.