Nueva York, E. P.

Las 16 agencias de Inteligencia estadounidenses, empezando por la CIA, sostienen que no hay pruebas fehacientes de que el régimen iraní haya decidido siquiera fabricar una bomba atómica, objetivo que abandonó en 1997 y que desde entonces no ha vuelto a abordar, frente a informes contrarios en este sentido.

Las evaluaciones más recientes de las agencias de espionaje de EE UU sobre la cuestión iraní son «ampliamente consistentes», según «The New York Times», con las conclusiones de la evaluación realizada en 2007 por las que se determinó que Irán había decidido abandonar la carrera de armamento nuclear diez años antes. Estas conclusiones fueron ratificadas en una Estimación Nacional de Inteligencia de 2010 y siguen conformando «la opinión de consenso» de las agencias.

Esta información contradice las conclusiones del último informe de la Agencia atómica de la ONU, según la cual Irán posee ya la mitad del uranio enriquecido que necesita para fabricar un arma nuclear.