Damasco / El Cairo, Agencias

El número de desplazados internos causado en Siria por la guerra civil asciende al menos a 200.000, aunque podría ser superior, según informó ayer la ONU. Otras 30.000 personas han buscado refugio en países vecinos.

Esta cifra fue dada a conocer en un día en el que continuaron los choques entre soldados sirios y rebeldes, así como las agresiones del régimen de Damasco a la población civil. Al menos 46 personas murieron en estos enfrentamientos.

El secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, pidió que se abra «una investigación internacional imparcial» para comprobar las denuncias sobre las últimas masacres de civiles perpetradas en Siria y castigar a los culpables.

El presidente sirio, Bachar al Asad, fijó ayer para el 7 de mayo las elecciones parlamentarias incluidas en la «hoja de ruta» fijada por el régimen para acometer sus reformas. Las elecciones, que EE UU tachó ayer mismo de «ridículas», estaban previstas para el pasado septiembre, pero fueron pospuestas para ser enmarcadas dentro de las reformas.

Entre tanto, sigue la misión mediadora del ex secretario general de la ONU Kofi Annan, quien, en nombre de Naciones Unidas y la Liga Árabe, intenta conseguir un alto el fuego. Annan esperaba anoche una respuesta de Asad a las propuestas para un alto el fuego que le presentó el pasado fin de semana. En la espera, el ghanés se desplazó a Turquía, donde se reunió con representantes del principal grupo de oposición, el Consejo Nacional Sirio, que reclama una intervención extranjera y ayer firmó un acuerdo con los rebeldes del ELS para suministrarles fondos.