París, Agencias

Los primeros datos de la autopsia del cadáver de Mohamed Merah, el terrorista abatido el jueves en Toulouse, revelan que recibió veinte disparos de bala y que dos de ellos le provocaron sendas heridas mortales en la cabeza y en el abdomen.

Los primeros datos del informe forense han sido comunicados por una fuente judicial consultada por el diario «Le Parisien». Los impactos de bala que presenta el cadáver están «esencialmente» localizados en «los brazos y las piernas».

El presunto asesino de Toulouse llevaba en el momento de su muerte una chilaba sobre un chaleco antibalas, lo que explica el hecho de que apenas tuviera heridas en el torso, salvo la mortal del abdomen. Estos datos despejan la calculada ambigüedad con la que el ministro del Interior, Claude Guéant, presentó la muerte en un primer momento al afirmar que, tras saltar por la ventana disparando, Merah «fue hallado muerto en el suelo».

De este modo, Guéant intentaba suavizar el hecho de que la declarada intención del Gobierno de capturar vivo al asesino había fracasado.

Por otra parte, el hermano del terrorista, Abdelkader, ha afirmado que está «orgulloso» de él ante los investigadores que lo interrogan desde su arresto, el pasado miércoles.