Lima / Oviedo,

Agencias / L. M. S.

La población de la provincia peruana de Espinar, en el departamento de Cuzco, ha declarado la guerra a una empresa minera, la helvética Xstrata, a la que acusa de explotar un yacimiento de cobre causando graves daños medioambientales. Las protestas, que encabeza el propio alcalde (gobernador), Óscar Mollohuanca, se han cobrado ya dos muertos, y el Gobierno ha decretado el estado de emergencia, lo que faculta a la Policía a poner orden por la fuerza durante treinta días y supone la suspensión de las libertades de tránsito y reunión y de inviolabilidad de domicilio.

Las protestas de la población local estallaron el lunes, octavo día de la huelga general convocada por el Frente de Defensa de Espinar contra la minera suiza, pero ayer, tras decretarse el estado de emergencia, la provincia amaneció en calma. Los contingentes policiales enviados a Espinar, donde la altitud media sobre el nivel del mar ronda los 4.000 metros, estaban desplegados en la capital, Yauri, y en las cercanías de la mina de Tintaya, epicentro del conflicto. La actividad comercial era muy escasa.

El alcalde de Espinar dijo a los periodistas que las versiones que él mismo había difundido sobre la muerte de otras dos personas no habían sido «contrastadas» por sus fuentes y prefirió dejarlas en «suspenso». Mollohuanca había agregado dos víctimas mortales más a los dos muertos ya contabilizados.

Según el regidor, el aumento del canon minero que paga Xstrata no es la principal demanda de los huelguistas. Lo que la población local quiere es que la empresa suiza dañe menos el suelo y los cursos de los ríos. «Consideramos que debe existir un incremento, pero eso no lo vamos a manejar nosotros, sino una autoridad autónoma», se justificó el alcalde en declaraciones a Radio Programas del Perú (RPP), informa «Efe».

Con todo, los habitantes de Espinar exigen que se eleve del 3 al 30 por ciento la aportación al desarrollo que Xstrata entrega a cambio de explotar el yacimiento de cobre.

Un portavoz de la minera declaró ayer desde su sede principal, situada en la localidad suiza de Zoug, que la empresa ya ha expresado su voluntad de «mejorar» el acuerdo sobre su contribución financiera a la comunidad.

Sobre las inquietudes medioambientales de la población, destacó que la firma cumple todos los requerimientos legales, aunque agregó que está dispuesta a que se lleve a cabo una «supervisión adicional participativa dentro del marco legal para clarificar cualquier percepción o preocupación que la población pueda tener».

Entre tanto, la Policía detuvo ayer al presidente del Frente de Defensa de Espinar, Herbert Huamán, a la salida de un centro de salud y se lo llevó arrestado mientras los agentes disparaban al aire sus armas.