Los seis primeros observadores de Naciones Unidas llegaron ayer a Damasco para preparar la misión que se encargará de supervisar el pleno cumplimiento del plan de paz del enviado especial Kofi Annan.

El Consejo de Seguridad había probado el sábado por unanimidad su primera resolución sobre la crisis siria, que supone el envío de una avanzadilla de treinta observadores militares no armados que verifique sobre el terreno el desarrollo de la iniciativa de paz. El Gobierno de Al Asad ha movido ficha para advertir de que no se hará responsable de su seguridad a no ser que estén involucrados en «todas las operaciones sobre el terreno».

Mientras tanto, en Egipto, el «número dos» de los islamistas Hermanos Musulmanes y candidato del grupo a la Presidencia, Jairat al Shater, amenazó con «volver a las calles para completar la revolución», si es apartado de la carrera electoral.

La Comisión Electoral Suprema decidió el sábado exlcuir a diez aspirantes de las elecciones presidenciales, entre ellos Al Shater, el salafista Hazem Abu Ismail y el ex vicepresidente Omar Suleiman, debido a que sus candidaturas incumplen alguno de los requisitos.