Kabul, Agencias

El secretario de Defensa de EE UU, Leon Panetta, minimizó ayer la oleada de ataques suicidas de este fin de semana en Kabul y otras tres ciudades, asegurando que los talibán no han ganado terreno en Afganistán, ya que la cadena de asaltos fue «simbólica», dijo, y tuvo por objetivo anunciar el comienzo de la habitual ofensiva de primavera.

Tras largas horas de combates, las fuerzas afganas pusieron ayer por la mañana fin a los ataques, saldados según un balance oficial del presidente Karzai con la muerte de 51 personas: cuatro civiles, once miembros de las fuerzas de seguridad afganas y 36 asaltantes. Los ataques se cobraron también 65 heridos, policías en su mayoría.

En una nota, Karzai alabó la labor de policías y soldados, pero reconoció un fallo de inteligencia de los servicios afganos «y sobre todo de la OTAN», que debe ser «seriamente investigado». El ex viceministro de Interior, Abdul Hadi, añadió que «los servicios de inteligencia debieron haber evitado que los insurgentes entraran en las ciudades y acumularan toda esa munición en zonas tan sensibles». Según el ministro de Interior afgano, Bismilá Mohammadi, la ola de ataques fue un «incidente terrorífico», ya que en poco más de una hora se iniciaron de forma coordinada en cuatro localidades del este afgano: Kabul, Jalalabad, Puli Alam y Gardez. Entre los objetivos de los suicidas en Kabul estaban las embajadas alemana y británica y el cuartel general de la OTAN, mientras que en el resto de localidades fueron atacadas sedes policiales y bases de tropas afganas y de la OTAN.

La ola de asaltos de ayer recordó mucho a la perpetrada el pasado septiembre por un comando de integristas, que durante horas pusieron en jaque a las fuerzas de seguridad con ataques coordinados a la Embajada de Estados Unidos, la sede de la OTAN y edificios oficiales. «No hay mucha diferencia táctica con respecto a su acción del pasado septiembre, pero la insurgencia ha mostrado mucha más capacidad militar al poder hacerlo en cuatro ciudades a la vez», afirmó Abdul Hadi.

El portavoz del Pentágono, George Little, indicó que «los primeros indicios apuntan a que la red Haqqani ha participado en esta serie de ataques». La citada red está considerada el ala más dura de la amplia panoplia talibán. El portavoz añadió que no se han registrado bajas estadounidenses.

Por otra parte, EE UU ha pedido a España 30 millones de dólares anuales (unos 23 millones de euros) para financiar el presupuesto de las fuerzas de seguridad afganas entre 2015 y 2018, una vez que se haya retirado el grueso de las tropas internacionales, según aseguraron ayer fuentes de la OTAN. La suma total rondaría, pues, los cien millones de euros.