El Ministerio del Interior cubano apuntó ayer a la «extrema velocidad» con que circulaba el vehículo que conducía el español Ángel Carromero como causa principal del accidente en el que el pasado día 22 perdieron la vida los disidentes Oswaldo Payá y Harold Cepera.

El comunicado oficial informa que continuará «el proceso investigador y de instrucción penal, en correspondencia con las leyes cubanas». Así las cosas, Ángel Carromero podría ser acusado por la fiscalía cuando se abra el proceso judicial. El Ministerio español de Exteriores guarda silencio sobre el caso.

El Gobierno castrista asegura que el análisis de los investigadores y los testimonios de los tres testigos presenciales llevan a la conclusión de que la «extrema velocidad», la «falta de atención» con que conducía Carromero y su «incorrecta» decisión de aplicar de «forma abrupta» los frenos en una pista no asfaltada en obras son «las causas que determinaron este trágico accidente, que costó la vida a dos seres humanos».

El Ministerio ha explicado que el turismo, un Hyundai Accent, circulaba a «extrema velocidad» por un terreno no asfaltado, un «terraplén» que ha definido como «muy resbaladizo». Carromero perdió el control del turismo, lo que llevó a que se estrellará contra un árbol. Los dos disidentes cubanos fallecidos no llevaban puesto el cinturón de seguridad.

Tras señalar que el tramo de carretera está en obras y esa circunstancia está señalizada, el Ministerio advierte de que la normativa de seguridad vial cubana obliga a «moderar la marcha».