La larga noche electoral en EE UU empezará cuando la medianoche esté ya bien pasada en España. Será un continuo bombardeo de datos que pueden sumar en la confusión al espectador desprevenido. De ahí que haya que tener en cuenta una serie de cuestiones.

ASUNTOS PREVIOS

Los estados fijos. Reciben ese nombre aquellos que, según las encuestas y la tradición electoral, deben ingresar sin falta en el morral de cada candidato. Los de Romney son los que en el mapa publicado en esta misma página figuran en rojo. Los de Obama van en azul. Los de color gris están sin decidir.

Hay fijos y menos fijos. Observarán que el rojo o el azul de esos estados tiene tres intensidades. Los más oscuros son aquellos en los que se pronostica que el ganador sacará al menos un 15% a su rival. Son los fijos pata negra. Los de coloración intermedia corresponden a una diferencia del 10% al 15% y son los llamados probables. Los más claritos, en fin, arrojan una diferencia en las encuestas entre el 5% y el 10%. Se los conoce como favorables. Por último se consideran indecisos aquellos estados donde la diferencia es inferior al 5%.

Los votos electorales. Cada Estado vale un número de votos electorales -también indicados en el mapa- que se lleva íntegros el candidato que gana en él, salvo en Maine y Nebraska, que tienen sistema proporcional. Quien alcanza 270 votos electorales -la mitad más uno del total, que son 538- se alza con la presidencia. Según el promedio de encuestas más consultado (RCP), los fijos de Obama le valen 201 votos electorales, mientras que los de Romney representan 191 votos.

Estados indecisos. A Obama le faltan, pues, por conquistar 69 votos y a Romney 79, que han de salir de los estados indecisos. Éstos son los realmente importantes y suman once, a saber, de Este a Oeste y de Norte a Sur: New Hampshire, Pensilvania, Virginia, Carolina del Norte, Florida, Ohio, Míchigan, Wisconsin, Iowa, Colorado y Nevada. Romney sólo lidera los sondeos en Carolina del Norte y Florida.

ENTRANDO EN MATERIA

Primeros datos. Lo normal, por husos horarios y población, es que los primeros resultados serios -la noche electoral está llena de extrapolaciones fallidas de las cadenas- lleguen, sobre las dos de la mañana, de la Costa Este. Después se irá incorporando el Sur, incluida la crucial Florida y, pasando por Pensilvania y Ohio, avanzaremos hacia los Grandes Lagos y el Medio Oeste, para acabar con los resultados del Oeste y la Costa Oeste. De modo que lo primero es comprobar que Obama gana los «azules» del Este que se le atribuyen, no sea que Romney le dé alguna sorpresa en Nueva Inglaterra.

Llega New Hampshire. Entre las viejas primeras colonias está el primer indeciso, New Hampshire. Sólo vale cuatro votos, pero pueden ser de oro. RCP da a Obama una ventaja del 2%.

Avalancha de indecisos. Acto seguido, entramos en el mogollón: Nada menos que Pensilvania, Virginia, Carolina del Norte y Florida. Setenta y siete votos cruciales a mitad de noche. Obama debería ganar Pensilvania. Tiene un 3,9% de ventaja y algunos promedios de encuestas ni siquiera lo consideran indeciso. Virginia era de Romney hasta que ayer Obama se lo empezó a quitar por décimas. Florida (+1,8%) y Carolina del Norte (+3%) deberían ser para Romney. Si no, su panorama se oscurece. Sobre todo si Obama le arrebata Florida.

El codiciado Ohio. Es el turno de Ohio, Míchigan y Wisconsin. Otros 54 votos. La clave, claro, es Ohio, sobre todo si Romney pierde Florida. Va por delante Obama (2,8%), pero si el ex gobernador se apunta Ohio y Florida puede seguir soñando. Míchigan (+3,8%) y Wisconsin (+4,2%) huelen mucho a Obama.

Los retales. A estas alturas de la noche, todo el pescado debería estar vendido, pero si así no fuese, los 21 votos que suman Iowa, Colorado y Nevada pueden ser vitales. Iowa (+3%) y Nevada (+2,8%) se inclinan hacia Obama, quien sólo gana por décimas en Colorado, que lleva un mes convertido en un tiovivo.