El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha adelantado varios días su visita de supervisión periódica a la prisión de la Base Naval de Guantánamo, prevista para el 1 de abril, al ampliarse la huelga de hambre de reclusos, informó a Efe un portavoz.

Según dijo el portavoz del CICR, Simon Schorno, "hemos enviado un par de delegados, uno de ellos un doctor especializado para que supervise específicamente los problemas de huelga de hambre".

Según el Pentágono, 31 prisioneros de los 166 de la cárcel de Guantánamo (en territorio de la isla de Cuba) siguen una huelga de hambre que se ha extendido en las últimas semanas.

La huelga comenzó el pasado 6 de febrero en protesta por las condiciones en las que viven los presos en los barracones de la base naval.

Schorno indicó que la visita de dos semanas, programada de modo rutinario para vigilar el tratamiento de los presos, estaba prevista para el 1 de abril, pero han decidido adelantar el viaje a Cuba para conocer "la situación general y hablar con las autoridades de la prisión" lo antes posible.

No obstante, el comité de la Cruz Roja no dará a conocer públicamente las conclusiones de su misión de observación, que como es habitual están sujetas a confidencialidad.

"Las discusiones son confidenciales y las recomendaciones que realizamos tras las visitas se efectúan con un mecanismo acordado con las autoridades estadounidenses", indicó Schorno.

El portavoz de la Casa Blanca Josh Earnest indicó hoy que integrantes del equipo del presidente Barack Obama vigilan de cerca la situación de los presos en huelga de hambre, once de los cuales han tenido que comenzar a recibir líquidos mediante sondas nasales.

Según agregó Schorno, como denuncian desde hace tiempo la actitud de los prisioneros se debe "a la falta de un marco legal y procedimientos claros, algo que impacta en la moral de unos detenidos que no conocen cuál será su futuro".

Noventa de los presos están a la espera de ser liberados, ya que no se han formulado cargos contra ellos, aunque esa medida, vista como un signo de debilidad por los conservadores estadounidenses, está suspendida indefinidamente.

Solo seis de los 16 presos considerados de alta importancia están actualmente encausados en un procedimiento para ser juzgados, entre ellos los supuestos autores intelectuales de los atentados de 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos.