Moscú / Seúl, Agencias

El Gobierno de Corea del Norte ha elevado un grado más todavía la tensión en Extremo Oriente al advertir ayer al Consejo de Seguridad de la ONU de que las actuales maniobras militares conjuntas de EE UU y Corea del Sur han colocado a la península coreana al borde de una «guerra nuclear», según informó la agencia estatal rusa de noticias, RIA Novosti.

«El Ministerio de Asuntos Exteriores de la República Popular Democrática de Corea notifica oficialmente al Consejo de Seguridad de la ONU que las maniobras militares nucleares de Estados Unidos y Corea del Sur han creado una situación explosiva en la península de Corea, en la que, en cualquier momento, puede estallar una guerra nuclear», puede leerse en una carta remitida por Pyongyang al Consejo. El embajador norcoreano ante la ONU, Sin Son Ho, ha pedido que el comunicado se haga público como un «documento oficial del Consejo de Seguridad». Según «RIA Novosti», el representante de Rusia y presidente de turno del organismo, Vitali Churkin, ha declarado que el escrito norcoreano será difundido al igual que otras cartas que el Consejo recibe a diario.

El secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, lamentó esta retórica amenazante norcoreana por considerar que «en poco va a ayudar a garantizar la paz y la seguridad en la península de Corea».

Coincidiendo con la nueva amenaza norcoreana, dos bombarderos «furtivos» (invisibles al radar) B-2 de EE UU sobrevolaron ayer el espacio aéreo surcoreano -partiendo de su base de Misuri, a 10.500 kilómetros de distancia-, en lo que podría ser interpretado por el Norte como una nueva provocación.

Los B-2, cuyos vuelos se suman a los de los superbombarderos B-52, tienen, como estos últimos, capacidad para descargar tanto bombas convencionales como nucleares, y el coste de cada unidad se estima en unos 750 millones de euros. Están clasificados entre los aviones más destructivos, ya que son capaces de lanzar hasta 23.000 kilos de bombas sin ser detectados por la mayoría de los sistemas antiaéreos.

El envío de las aeronaves «demuestra el compromiso y la capacidad de EE UU para defender a la República de Corea y proporcionar disuasión extendida a nuestros aliados en Asia-Pacífico», explicó el mando militar estadounidense en Seúl. EE UU tiene 28.500 efectivos desplegados en Corea del Sur.

Entre tanto, y pese a la amenaza norcoreana del miércoles de cortar la única línea de comunicación militar que los enlaza con el Sur, un grupo de 197 surcoreanos cruzó ayer la frontera con el Norte para trabajar en el complejo industrial conjunto de Kaesong. Esto implica que la línea no ha sido cortada ya que es la que utiliza Seúl para notificar cada mañana a Pyongyang el número de surcoreanos que van a desplazarse y para recibir el plácet norcoreano.