El presidente del Banco Central Europeo (BCE), el italiano Mario Draghi, contactó por teléfono con el jefe de Estado de Italia, Giorgio Napolitano, para evitar que éste dimitiera en medio del bloqueo político del país, incapaz de darse un nuevo Ejecutivo tras las elecciones.

Los principales diarios generalistas del país, el romano "La Repubblica", el milanés "Corriere della Sera" y el turinés "La Stampa", informan de la llamada que Draghi hizo este sábado a Napolitano, después de ver cómo la prensa italiana aseguraba de modo unánime que el presidente de la República se planteaba dimitir.

Según estos tres periódicos, el principal argumento que Draghi, exgobernador del Banco de Italia, le dio a Napolitano para intentar que esa posibilidad no se convirtiera en realidad fue el de que desde fuera del país no se entenderían los motivos jurídicos de esa posible decisión.

Draghi se refirió en concreto, dice el "Corriere della Sera", al llamado "semestre blanco", los últimos seis meses del mandato de los presidentes de la República de Italia en los que queda bloqueada su prerrogativa de disolución del Parlamento para convocar elecciones anticipadas.

La alternativa de la dimisión de Napolitano (cuyo mandato expira en mayo) de la que se hablaba este sábado estaba pensada para propiciar que la elección y toma de posesión de su sucesor de modo anticipado pudiera permitir que el nuevo presidente de la República ya sí pudiera convocara comicios, incluso, para junio.

"Draghi tomó el teléfono y expresó a Napolitano su opinión, sin rémoras. Todo para él gira en torno a un punto: hay que evitar dejar al país del todo acéfalo, con un Gobierno dimisionario, un Parlamento incapaz de lograr una mayoría y ahora también un jefe del Estado que se marcha", afirma el "Corriere della Sera".

"Los inversores italianos y extranjeros que cada semana financian el Tesoro italiano, los bancos y las empresas del país no lo habrían entendido: la reacción el martes, en la reapertura de los mercados, podía ser muy negativa", añade.

Según "La Stampa", el presidente del BCE, considerado principal artífice de la relajación de las tensiones en los mercados sobre la deuda italiana y española, indicó a Napolitano que la idea que quedaría en el extranjero si renunciaba es que "Italia se encuentra tan bloqueada que hasta el presidente se ve obligado a dimitir".

Por su parte, "La Repubblica" asegura que otro de los argumentos que Draghi esgrimió es el de la amenaza de que las agencias de medición de riesgos puedan acometer nuevas rebajas sobre la calificación crediticia de la deuda italiana, una posibilidad que, en forma de rumor, ha contribuido a las pérdidas de la Bolsa de Milán en los últimos días.

En su comparecencia ayer ante los medios tras la segunda ronda de consultas con los partidos, Napolitano propuso un plan con dos grupos de trabajo para intentar lograr un plan de reformas económicas y sociales que sea compartido por todos los partidos e insistió en su intención de agotar su mandato.

"Puedo hasta el último día participar, al menos, en la creación de las condiciones más favorables a fin de desbloquear una situación política rígida entre posiciones inconciliables", dijo el presidente de la República italiana.