Un ladrón que besó a la dueña de una joyería en París mientras cometía un robo fue arrestado gracias al ADN que dejó en la cara de la propietaria, según han informado los medios franceses este martes.

En abril de 2013, dos hombres encapuchados ataron a la mujer en su apartamento, en el piso de arriba de la joyería, y le rociaron con lo que aseguraron que era petróleo. Además, la amenazaron con prenderle fuego si no les decía los códigos de la alarma de la tienda.

Los ladrones la llevaron entonces a la tienda para robar el dinero y las joyas mientras uno de ellos se quedó vigilando a la joyera de 56 años, que los medios han identificado tan sólo como Anne. Antes de poner a la mujer en libertad, el ladrón la besó en la mejilla.

La Policía extrajo el ADN del beso y gracias a la muestra han podido detener a un hombre en el sur de Francia que también es sospechoso por otro crimen.

El hombre de 20 años ha dicho que tan sólo estaba vigilando a la dependienta y que le dio un beso para "aliviar su trauma". La Policía está buscando al cómplice del crimen, según han asegurado los medios franceses.