Moscú / Washington

El presidente ruso, Vladimir Putin, aprobó ayer una nueva doctrina militar, que tiene en cuenta los cambios geopolíticos y de seguridad provocados este año por la crisis de Ucrania y apunta a EE UU y a la OTAN como las mayores amenazas para Rusia. El documento destaca el incremento del potencial militar de la Alianza, su acercamiento a las fronteras rusas y su asunción de funciones globales, según Moscú en violación del derecho internacional.

Además, alude a la teoría de "ataque global" barajada por EE UU, que contempla un ataque estratégico -sin el empleo de armas nucleares- así como el emplazamiento de armamento de alta precisión en el cosmos.

La nueva doctrina expone que Rusia adoptará medidas para contrarrestar los intentos de ciertas potencias de lograr la "superioridad militar" por medio del despliegue de elementos estratégicos de defensa antimisiles, en clara alusión al escudo norteamericano en Europa. Otras amenazas externas son las pretensiones sobre el territorio de Rusia y de sus aliados, la injerencia en sus asuntos internos y el estallido de conflictos en territorios limítrofes con Rusia o sus aliados.

El documento, colgado en la página web del Kremlin, introduce el concepto de "contención no nuclear", que consiste en mantener en estado de máxima alerta a las Fuerzas Armadas de Rusia como maniobra disuasoria con el fin de prevenir posibles conflictos.

Como instrumento de prevención de conflictos destaca la cooperación con el resto de los países que integran el grupo BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), la Organización de Cooperación de Shanghái, que incluye a Rusia y China, o la Organización de Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE).

Otros peligros para la seguridad rusa son la escalada del terrorismo y el extremismo internacional, y "la amenaza real de la comisión de actos terroristas con el empleo de sustancias radiactivas y químicas". Por vez primera, la doctrina militar rusa alude a la defensa de los intereses nacionales en el Ártico, región que acoge ingentes recursos naturales y en la que Rusia se propone instalar varias bases militares.

También destaca que la prioridad de la cooperación político-militar con las regiones separatistas georgianas de Abjasia y Osetia del Sur, cuya independencia fue reconocida por Moscú en 2008, es garantizar su defensa y seguridad de manera conjunta.

Entre tanto, el destructor "Donald Cook" de la Marina de EE UU, dotado con misiles guiados, entró ayer en aguas del mar Negro para "garantizar la paz y la estabilidad" en la región ante los enfrentamientos entre el Gobierno de Ucrania y los separatistas prorrusos, según anunció la Marina estadounidense.

"La presencia del destructor 'Donald Cook' confirma y, al mismo tiempo, demuestra nuestro compromiso de trabajar estrechamente con los aliados de la OTAN para reforzar las medidas de seguridad en el mar", dijo el comandante del destructor, Charles Hampton. La última vez que este destructor entró en el mar Negro fue el 10 de abril. De acuerdo con la Convención de Montreux, el buque sólo puede permanecer 21 días en esta área marítima.