El influyente conservador Malcolm Rifkind, que fue ministro de Exteriores con Margaret Thatcher y John Major, se vio forzado ayer a anunciar su salida del Parlamento tras haber caído en una trampa tendida por periodistas de "The Daily Telegraph" y el Canal 4, que, haciéndose pasar por representantes de una empresa ficticia china, desnudaron que se dedica habitualmente al tráfico de influencias.

El escándalo, en el que también resultó salpicado el exministro de Interior y de Exteriores laborista Jack Straw, ha abierto un debate sobre si debe prohibirse a los diputados aceptar trabajos al margen de sus responsabilidades como parlamentarios.

Con cámaras ocultas, los periodistas filmaron el momento en el que Rifkind y Straw -ambos considerados pesos pesados en sus respectivas formaciones- explicaban los trabajos que podían ofrecer y lo que cobraban por estos servicios.

Presionado por su partido y a apenas tres meses de las elecciones generales británicas, Rifkind comunicó que no intentará renovar su escaño en los próximos comicios y que dimitirá de inmediato como presidente del influyente Comité de Seguridad e Inteligencia de los Comunes.