El Ejército israelí levantó ayer el castigo que impuso a un soldado por comer un bocadillo de carne de cerdo que no se ajustaba a las reglas de la alimentación kosher y, en una inusual declaración, provocada por la presión de la opinión pública, reconoció que se "equivocó". "En el Ejército seguiremos respetando las leyes de la alimentación kosher, pero por otro lado no vamos a hurgarle en el bocadillo a ningún soldado", afirmó una fuente oficial.