"Un compañero como la copa de un pino". El sentimiento de los compañeros de profesión de José Manuel López, el fotoperiodista leonés formado en Asturias y dado por desaparecido en Siria, es unánime. Desde que ayer saltase la noticia, todos los testimonios del círculo más cercano a López invitaban a la prudencia y pedían respeto, pero sin dejar de mencionar que la vida de una "gran persona" y un "inmejorable profesional" está en juego.

Nacido en León en 1971, se formó como fotógrafo en la Escuela de Arte de Oviedo. A mediados de los años noventa del pasado siglo, comenzó una vinculación con el Principado que continúa hasta la fecha. Durante su época de aprendizaje en la región, López decidió que su vocación iría encaminada hacia el fotoperiodismo.

Desde entonces, han sido varios los fotógrafos asturianos con los que ha trabajado . "Se buscó la vida desde el principio para realizar grandes trabajos y ha conseguido hacerse hueco en muchos medios importantes", comenta uno de sus compañeros de profesión.

Durante once años trabajó para el periódico "La Crónica de León", con lo que eran frecuentes sus viajes desde su ciudad natal hasta el Principado para realizar fotografías. En 2009 abandonó este medio para dedicarse de lleno a una de sus grandes pasiones, el fotoperiodismo de guerra.

Este "freelance" ha realizado reportajes por todo el mundo, entre los que se incluyen Afganistán, Palestina, Irak, Irán, Kosovo, Haití, Guatemala, Venezuela o la República Democrática del Congo, entre otros.

Su labor le ha llevado a difundir sus imágenes por prestigiosas ediciones de todo el planeta, así como a recibir el reconocimiento con la consecución de varios galardones, entre los que destacan premios en los International Photography Awards, UNICEF Photo of the Year Award o, más recientemente, el Premio Marco Luchetta por unas fotos realizadas en Somalia.

Hace pocos días se le hizo entrega de la Medalla de Oro en la categoría de Prensa del "Px3 Prix" de Fotografía de París, debido a un reportaje de las unidades de defensa civil de la ciudad siria de Alepo, en la que desapareció hace nueve días con Antonio Pampliega y Ángel Sastre.

En su blog, López asegura que su trabajo se centra en "cuestiones que tienen que ver con conflictos sociales y la injusticia en el mundo", y que le gustaría pensar que su trabajo "puede ayudar a mejorar la vida de las personas" a las que fotografía.

"Por medio del fotoperiodismo puedo expresar mi creatividad y al mismo tiempo decir a los demás lo que está sucediendo a nuestro alrededor".

Las reacciones se fueron sucediendo en la tarde de ayer. A través de un comunicado realizado conjuntamente por las familias de los tres periodistas desaparecidos, se pidió "paciencia", "respeto" y "discreción".

Desde León, la ciudad que le vio nacer, su alcalde, Antonio Silván, expresó su apoyo y solidaridad. "Deseo que pronto podamos recibir a López con los brazos abiertos en León, ya que la libertad es uno de los derechos esenciales y más preciados de las personas", declaró.

Coincidiendo con todas las personas que conocen al fotoperiodista, el regidor afirmó que "es una persona querida y respetada por todos".

Sus familiares, amigos y el mundo del periodismo esperan buenas noticias, que confirmen que este leonés formado en Asturias pueda volver pronto a casa con los suyos.