Indignación en la comunidad internacional y tensión y rabia entre los palestinos fueron las reacciones desencadenadas ayer por la muerte de un bebé palestino de un año y medio, Alí Dawabsha, que perdió la vida en Duma (Cisjordania) al ser incendiada su casa por colonos judíos radicales. En el ataque resultaron heridos de gravedad el padre, la madre y un hermano del bebé, de cuatro años de edad. Los restos del pequeño Alí quedaron completamente calcinados.

EE UU condenó con toda rotundidad el asesinato, que calificó de "despiadado ataque terrorista", e instó a los dos pueblos a mantener la calma y evitar una escalada de tensión. La Unión Europea reclamó por su parte a Israel "tolerancia cero" con la violencia de los colonos judíos y "medidas enérgicas" para proteger a la población local del territorio cisjordano ocupado. El Gobierno alemán, tradicionalmente prudente en todo cuanto se refiere a Israel, condenó con dureza un ataque cuya "brutalidad" consideró "estremecedora". Rusia también condenó el asesinato y llamó a Israel a castigar a los culpables.

En el propio Israel, el primer ministro, el conservador Benjamin Netanyahu, no dudó en tachar el ataque de acto terrorista. "Estoy sorprendido por este acto reprensible y terrorífico. Este es un acto de terrorismo en todos los aspectos. El Estado de Israel toma una posición fuerte contra el terrorismo, más allá de quien sean los autores. He ordenado a las Fuerzas de Seguridad que utilicen todos los medios a su alcance para capturar a los asesinos y llevarlos ante la Justicia", afirmó en un comunicado.

El presidente palestino, Mahmud Abás, denunció que todos los días hay crímenes israelíes contra su pueblo y aseguró que estos serán llevados ante la justicia internacional. "Este es un crimen de guerra y un crimen contra la Humanidad al mismo tiempo, y no nos vamos a mantener en silencio mientras existan los asentamientos y la ocupación", declaró Abás.

"Hablando con franqueza, este crimen ha sido cometido por el Gobierno israelí, porque impulsa la colonización y la expande en todas partes en Cisjordania y Jerusalén. Esto, claramente, anima a esos colonos criminales a hacer lo que están haciendo", añadió el presidente palestino.

Abás adelantó que las autoridades palestinas están "preparando un informe de este y otros crímenes anteriores" para "enviarlo de inmediato al Tribunal Penal Internacional (TPI). Nadie nos parará", advirtió.

En las calles de la pequeña localidad cisjordana de Duma, de apenas tres mil habitantes, medio millar de hombres acudió a la oración del mediodía antes de participar en el funeral del bebé. A la misma hora, en varias localidades palestinas de Cisjordania, con Hebrón a la cabeza, estallaron enfrentamientos entre sus habitantes árabes y las fuerzas de seguridad israelíes.

Para la ONG israelí Betselem, "un niño quemado era sólo cuestión de tiempo en vista de la política de no hacer cumplir la ley a los colonos violentos". La ONG denunció que a menudo "la Policía ni siquiera se molesta en hacer investigaciones elementales", por lo que, añadió, "el reloj avanza ya hacia el siguiente ataque".