Dos jóvenes palestinos han muerto en choques con las fuerzas de seguridad israelíes desde que el viernes de madrugada un bebé de 18 meses perdió la vida en el incendio de su vivienda en Cisjordania por un grupo de colonos judíos radicales. Otros ocho palestinos resultaron ayer heridos, mientras que dos policías israelíes también sufrieron heridas al reprimir disturbios.

La primera de las muertes se produjo el viernes al atardecer cuando un joven palestino de 17 años, Mohamed al Masri, fue tiroteado por soldados israelíes en Beit Lahiya, en el norte de Gaza, cerca de la frontera con Israel. En este enfrentamiento resultó herido otro joven. Casi a la vez, en las afueras de Ramala, en Cisjordania, Laith Al Jaldi, también de 17 años, fue herido de bala en el pecho tras lanzar un cóctel molotov contra soldados en el curso de disturbios en protesta por la muerte del bebé. Este adolescente murió ayer de madrugada tras haber sido operado dos veces.

Estas dos muertes elevan a 21 el número de palestinos fallecidos por fuego de fuerzas israelíes en lo que va de año, según datos de la agencia palestina Maan. A estos muertos hubo que sumar ayer ocho heridos por balas de acero recubiertas de goma en enfrentamientos con Israel cerca del campo de refugiados de Al Jalazun, tras el funeral del joven Laith al Jaldi. Las fuerzas israelíes también lanzaron ataques con gas lacrimógeno a periodistas y médicos.

Los continuos disturbios en Gaza y Cisjordania desde la muerte del bebé provocaron también heridas a dos policías israelíes cuando decenas de palestinos lanzaron piedras y cócteles molotov contra agentes de la Policía y la Guarda Fronteriza en el campo de refugiados de Shuafat.

El movimiento islamista Hamás ha llamado a los palestinos de Cisjordania, donde es minoritario, a atacar a colonos y fuerzas de seguridad israelíes. Estas se encuentran en alerta y han destacado cuatro batallones de infantería del Ejército al territorio.

En el vecino Líbano, un total de seis soldados israelíes cruzaron ayer la frontera para intentar secuestrar a un pastor más allá de la conocida como "línea azul", marcada por la ONU para certificar la retirada del Ejército de Israel del sur del Líbano en 2000, según denunciaron a Efe fuentes militares libanesas.

Las fuentes agregaron que la irrupción se registró en la zona de Yebel al Sahel cerca de la aldea de Chebaa, en las controvertida región de las Granjas de Chebaa, en poder israelí y reclamada por Líbano. Según su relato, los uniformados penetraron 50 metros con la intención de capturar a un pastor y, tras fracasar, se retiraron. Los incidentes entre pastores y soldados israelíes en esta región fronteriza son frecuentes.