Apelaciones a evitar una nueva guerra en Oriente Medio e invocaciones al difunto John F. Kennedy fueron algunas de las armas pesadas incluidas por el presidente de EE UU, Barack Obama, en el arsenal retórico del discurso con el que ayer llamó al Congreso de su país, de mayoría republicano, a aprobar el pacto nuclear alcanzado con Irán el pasado 14 de julio.

En todo caso, Obama ya ha anunciado que vetará cualquier rechazo de los legisladores, quienes no se pronunciarán hasta septiembre y deberían reunir dos improbables tercios de sus votos para levantar el veto.

"Otra guerra en Oriente Medio" sería la consecuencia del rechazo del acuerdo, enfatizó Obama en un discurso en la American University de Washington en el que defendió la importancia del pacto y aseguró que una acción militar contra Teherán sería "mucho menos efectiva" que un acuerdo para impedir que el régimen de los ayatolás desarrolle un arma nuclear a cambio de ver levantadas las sanciones internacionales en su contra.

"Si hemos aprendido algo de la última década es que las guerras en general, y las guerras en Oriente Medio en particular, son todo menos sencillas", argumentó el líder demócrata en un discurso en el que de principio a fin defendió la primacía de la diplomacia sobre los cañones.

Obama no dudó para ello en recordar cómo en 1963, en plena Guerra Fría, el presidente Kennedy llamó, desde la misma American University desde la que ayer hablaba él, a "una paz práctica" para evitar una guerra nuclear de mutua destrucción asegurada con la Unión Soviética.

Tampoco quiso quedarse corto Obama al calificar los debates sobre Irán que se mantendrán en el Congreso en las próximas semanas como "los de mayores consecuencias" desde que, en 2002, se aprobó desencadenar la guerra de Irak. Obama atacó a los republicanos al recordar que "la misma gente que apoyó la guerra de Irak se opone ahora a la diplomacia con Irán", y añadió que "sería un error histórico desperdiciar esta oportunidad".

Para el Presidente, no cabe la menor duda de que sus opositores están "equivocados" si piensan que ha sido "un error histórico" llegar a un acuerdo por el que el régimen de los ayatolás se compromete a renunciar a fabricar armas atómicas.

La batalla legislativa sobre Irán comenzó el martes al presentar la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes un borrador de rechazo del acuerdo. El presidente de la Comisión, el republicano Ed Royce, explicó que su intención es paralizar la aplicación del pacto nuclear. El Congreso tiene hasta el 17 de septiembre para rechazar o ratificar el acuerdo, firmado entre Irán, por un lado, y el Grupo 5+1 (EE UU, Rusia, China, Reino Unido, Francia y Alemania).