EE UU y Alemania anunciaron ayer la retirada de Turquía, entre octubre próximo y enero de 2016, de sus misiles Patriot, en lo que sería una represalia ante un posible engaño de Ankara, que habría aceptado participar en la campaña contra Estado Islámico con la intención de, bajo ese amparo, desencadenar la actual ofensiva contra las milicias kurdas. Oficiales del Pentágono expresaron ayer indignación con Turquía por poner en peligro la lucha contra el EI al atacar a los kurdos, los enemigos que más daño le han hecho.