La populosa barriada de El Saladillo, en Algeciras (Cádiz), vive con estupor las últimas horas, después de que se conociera la noticia de que el presunto terrorista detenido en el tren que viajaba de Amsterdam a Francia, Ayoub El Kahzzani, había residido varios años en la zona junto a su familia.

Según fuentes policiales, sus padres, que se dedican a la venta de chatarra, aún residen en esta barriada del sur de la localidad, una zona especialmente castigada por el desempleo y la delincuencia y donde viven unas 15.000 personas.

El Kahzzani residió siete años en España junto a su familia antes de trasladarse a Francia, la última parte de los cuales los vivió en Algeciras, un tiempo en el que fue detenido hasta en tres ocasiones por tráfico de drogas.

La noticia de su vinculación a El Saladillo ha caído como un jarro de agua fría en la barriada, donde los vecinos se muestran cautos a la hora de hablar sobre el tema.

Allí, Kahzzani convivió con una amplia comunidad islámica, la más representativa del Campo de Gibraltar, con una mezquita propia que aglutina a la comunidad más numerosa.

Esta mezquita, a la que su familia acudía con frecuencia, es la que posee la actividad más intensa de Algeciras, una ciudad con una población de alrededor de 7.000 musulmanes, la inmensa mayoría marroquíes.

En la barriada, donde la población extranjera es casi la mitad de la vecindad, la mezquita lleva a cabo un trabajo social importante con distintos colectivos para combatir la delincuencia.

El Saladillo es una de las zonas más conflictivas de Algeciras, donde los problemas sociales complican aún más una situación estructural.

Está declarada, de hecho, como Zona con Necesidad de Transformación Social, una delimitación administrativa de la Junta de Andalucía que se dirige a núcleos de población con problemas de desintegración social, déficit de infraestructuras, alto nivel de desempleo o deficiencias higiénico sanitarias.

Fuentes policiales consultadas por Efe han señalado que no se trata de una zona especialmente vigilada por su posible vinculación con el terrorismo islamista.

Sin embargo, no es la primera vez que esta barriada algecireña ha estado relacionado con operaciones contra el terrorismo yihadista, ya que en 2008, la Policía Nacional detuvo en una vivienda de la calle Fray Junípero Serra a Mohamed Ben Hesaien en una operación a nivel nacional que se saldó con doce detenciones.

Todos eran terroristas de nacionalidad marroquí, a los cuales se relacionaba con labores de apoyo en la ocultación y posterior huida de otros tantos terroristas de Al Qaeda, entre ellos algunos de los implicados en los atentados del 11-M.

En aquella misma operación, otras dos personas fueron interrogadas también en El Saladillo por su presunta integración en la célula.