La Comisión Europea (CE) descartó ayer introducir cambios en el espacio europeo sin fronteras Schengen para prevenir ataques terroristas como el del viernes pasado en un tren Thalys entre Ámsterdam y París -que fue frustrado por cuatro pasajeros-, pero confió en reforzar la seguridad en el transporte ferroviario.

Frente a las voces que piden una revisión de Schengen -así, el primer ministro belga, Charles Michel-, la CE defendió que los mecanismos previstos en esa normativa son suficientes. "Schengen es uno de los grandes logros de la UE y la libertad de movimiento es un derecho fundamental que todos valoramos. Schengen no es negociable y la CE no tiene intención de cambiarlo", dijo el portavoz comunitario Christian Wigand.

"El código Schengen -prosiguió- ofrece suficientes herramientas para aumentar la seguridad en nuestras fronteras interiores y animamos a los Estados miembros a hacer pleno uso de ellas". Schengen permite reintroducir los controles en caso de grave amenaza para la seguridad pública o la seguridad interna, pero no durante más de 30 días.

El secretario de Estado de Transportes francés, Alain Vidalies, anunció que "en los próximos días" mantendrá reuniones con los países vecinos "para decidir nuevas medidas" de seguridad en los trenes internacionales.

La inteligencia belga investiga si el atacante del tren Thalys, el marroquí Ayoub el Kahzzani, de 26 años, contó con ayuda de algún tipo en Bélgica.

El Kahzzani, que antes de residir en Bélgica vivió siete años en Madrid y Algeciras, fue detenido tres veces en España acusado de narcotráfico y se radicalizó cuando estuvo en prisión. Después de salir de la cárcel, estuvo "monitorizado" por la Policía, según el Gobierno de Mariano Rajoy.