Los ministros de Exteriores de la UE se comprometieron ayer a reforzar su cooperación en cinco puntos para afrontar la crisis de refugiados que incluyen garantizar su protección y el respeto a los derechos humanos e incrementar la cooperación con terceros países.

"Ha acabado el juego de echarse las culpas unos a otros y ha llegado el momento de tomar medidas", dijo la jefa de la diplomacia comunitaria, Federica Mogherini, al término de dos días de reuniones informales de los cancilleres europeos.

Ante la urgencia de la situación y, a pesar de tratarse de una reunión informal en la que no pueden tomar decisiones formales, los ministros se pusieron de acuerdo sobre cinco puntos.

Mogherini dijo que los países se comprometen a asegurar protección de las personas que lo necesiten, gestionar su situación en total respeto con los derechos humanos, luchar contra los traficantes de seres humanos, reforzar la asociación con los países de origen y tránsito y abordar los acuerdos de readmisión y devolución, y tratar las causas raíces de la llegada de refugiados.

Con todo, países como Eslovaquia y Lituania pidieron ayer estabilizar y controlar más las fronteras exteriores antes de decidir un reparto de refugiados en todo el territorio comunitario basado en cuotas.

"Cómo se puede discutir de cuotas cuando sigue habiendo una gran entrada de refugiados y no sabemos de qué cifra estamos hablando", indicó el ministro eslovaco de Exteriores, Miroslav Lajcak.

La primera ministra polaca, Ewa Kopacz, recalcó que su Gobierno no está dispuesto a aceptar una nueva cuota de refugiados, ya que considera que los 2.000 a los que se comprometió inicialmente ya es "suficiente" carga para el país. Durante una reunión convocada precisamente para debatir la crisis migratoria que atraviesa Europa, la jefa del Gobierno polaco dijo estar comprometida con la "solidaridad", pero si es "responsable".