"Budapest, mal. Austria, bien", resume su experiencia Ali, un refugiado iraquí que ha llegado a Viena desde Hungría y que espera proseguir en tren mismo hacia Alemania su huida de la guerra en su país. En un inglés escaso y ayudándose de la mímica, Ali y tres compañeros cuentan a Efe en la estación oeste de Viena (Westbahnhof) el diferente trato recibido en los dos países vecinos.

La sonrisa y los pulgares levantados que muestran al preguntar por el recibimiento en Austria se tornan en gestos de desagrado cuando recuerdan lo pasado en Hungría. "Budapest, problemas. Policía", dicen, mostrando rasguños en las manos y repitiendo el típico gesto de golpear algo con fuerza.

La pasada madrugada, otros mil refugiados entraron a pie en Austria procedentes de Hungría, informó la policía austríaca.

Son ya unos 10.000 los que han entrado al país procedentes de su vecino desde que el viernes Austria y Alemania anunciaran una política de puertas abiertas.

La mayoría de los que llegan, siguen camino hacia Alemania y otros países del norte de Europa, como Noruega o Suecia.

Control gradual en la frontera

El Gobierno de Austria anunció hoy que de forma gradual volverá a controlar a los refugiados de Oriente Medio que quieran pasar la frontera con Hungría, lo que significa que tras dos días terminaría la vía libre hacia Alemania.

"Paso a paso, debemos volver de una medida de emergencia a una normalidad que sea conforme a la ley y digna para las personas", señaló en un comunicado el canciller federal austríaco, Werner Faymann, tras hablar con su homóloga alemana, Angela Merkel, aunque sin precisar cuándo comenzarán los controles.

"Siempre hemos dicho que se trata de una situación de emergencia en la que tenemos que actuar rápidamente y humanamente. Hemos ayudado a más de 12.000 personas en una situación inminente", aseveró Faymann.

Además de con Merkel, el canciller habló también con el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, indica el comunicado.

Una portavoz de la cancillería explicó a la agencia de noticias APA que este anuncio significa que la policía volverá a controlar de forma aleatoria a los inmigrantes que quieran pasar la frontera.

De acuerdo con la legislación comunitaria, los inmigrantes o refugiados deben pedir asilo en el país de entrada en la Unión Europea (UE) y solo pueden moverse libremente por el espacio Schengen si disponen los papeles y permisos para ello.

Faymann explicó que Austria y Alemania asumirán un papel determinante a nivel europeo para que los países de la UE garanticen juntos la seguridad de las fronteras externas del bloque comunitario.

Además, Alemania y Austria quieren un reparto justo de los asilados entre los miembros de la Unión.