Los países comunitarios del llamado Grupo de Visegrado -Chequia, Eslovaquia, Hungría y Polonia- resistieron ayer hasta el final todos los intentos de Alemania y de Luxemburgo, que ejerce la presidencia semestral de la UE, para que acepten un reparto de refugiados con arreglo a las cuotas obligatorias que propuso el miércoles el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, quien añadió que quienes no cumplan con lo asignado serán sancionados.

Un quinto país, Dinamarca, anunció que no participará en el reparto, aunque su caso es diferente, ya que, al igual que el Reino Unido, está fuera de las normas de Justicia e Interior de la UE, que cubren algunos aspectos de la inmigración, y por tanto no queda obligada por la propuesta de Juncker.

Los ministros de Interior de la UE se reunirán el lunes para discutir la propuesta de Juncker. Reino Unido ha anunciado que acogerá a 20.000 sirios que se encuentran en campos de refugiados en los próximos cinco años. Dinamarca se ha convertido, por su parte, en la última línea de frente de la crisis de refugiados tras la entrada en el país de varios miles de ellos esta semana, aunque la mayoría continúa viaje hacia Suecia, donde espera una recepción más amigable, acorde con la tradición de acogida de Estocolmo.

Más de 14.000 personas solicitaron asilo en Dinamarca en 2014 y el país espera unas 20.000 para este año. Suecia acogió a más de 80.000 refugiados el año pasado y espera repetir cifra en este.

En el curso de sus intentos por convencer al Grupo de Visegrado, el ministro de Exteriores de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, consideró que la actual crisis puede convertirse en "el mayor desafío en la historia de la Unión Europea". "Si estamos unidos en nuestra descripción de la situación, debemos estar unidos en comprender que esa situación no la puede manejar un solo país", declaró Steinmeier.

Sólo este fin de semana, Alemania espera la llegada de otros 40.000 refugiados y la previsión para todo el año es de 800.000 personas. "A pesar de la voluntad de la población alemana para aceptar a los refugiados, el peso es inmenso. Tal vez es el mayor desafío de la UE en su historia", señaló Steinmeier. El Ministro rechazó el principio de "cuotas voluntarias" de redistribución de la carga de los refugiados, ya que en su opinión "no ayuda a resolver la situación y sólo aumentará los refugiados hacia Alemania".