Rusia quiere entablar con EE UU un diálogo de naturaleza militar sobre la guerra civil siria, propuesta que Washington ve en principio con buenos ojos. Así lo anunció ayer el secretario de Estado de EE UU, John Kerry, quien sugirió que está a favor de entablar conversaciones con Rusia para conocer cuáles son las intenciones de Moscú sobre Siria, tras el aumento del suministro de armas rusas al Gobierno del dictador Bachar Al Asad.

"Los rusos han propuesto que mantengamos conversaciones militares para discutir lo que, precisamente, se hará para reducir el conflicto y los riesgos potenciales que se pudieran correr, y para comprender completa y claramente el camino a seguir y cuáles son las intenciones", afirmó Kerry.

En una conversación con su homólogo ruso, Serguei Lavrov, Kerry le trasladó la disconformidad de EE UU con la ayuda que Rusia brinda a Damasco y le reiteró "el compromiso" de EE UU de formar una coalición de más de 60 países para combatir al Estado Islámico (EI), de la que Al Asad "jamás podría ser un miembro creíble".

EE UU daría la bienvenida a un papel constructivo de Rusia en los esfuerzos de lucha contra el EI", apuntó Kerry, para quien "no existe solución militar" al conflicto de Siria, sino que éste "sólo se puede resolver" con una transición política sin Al Asad.

Moscú aprovechó ayer para desmentir las acusaciones estadounidenses de que está reforzando su presencia aérea en Siria. El Kremlin negó que actualmente esté en sus planes construir una base aérea en Siria, de lo que le acusa EE UU, aunque el "número dos" del Estado Mayor ruso, Nikolai Bogdanovsky, afirmó que "todo puede ocurrir". Washington asegura haber detectado movimientos de efectivos y de equipos en un aeródromo situado a las afueras de Latakia, en el noroeste del país.