"La Iglesia asturiana aportará lo que pueda, con solidaridad generosa para que los refugiados, en especial lo más pobres, se sientan acogidos".

El obispo auxiliar de Oviedo, Juan Antonio Menéndez, presentó ayer la comisión encargada de coordinar las labores del Arzobispado en relación con el flujo de refugiados que llegarán a Asturias procedentes de Siria y de otras zonas de Oriente Medio devastadas por la guerra.

Una comisión en la que estarán presentes el rector del Seminario, Antonio Nistal; el presidente de CONFER (Confederación de Religiosos), Simón Cortina; la directora del Secretariado de Migraciones diocesano, Alicia Hernández; el vicario general, Jorge Juan Fernández Sangrador; el delegado Episcopal de Cáritas Asturias, Jesús Francisco Rodríguez; el ecónomo de la diócesis, José Ramón Garcés, y el director de Cáritas Asturias, Ignacio Alonso, además del propio obispo auxiliar.

Se trata de colaborar y de coordinar recursos, dijo el obispo. "Nuestro interés es ayudar y servir", teniendo claro que "es la sociedad civil la que acoge". Cáritas será la institución eclesial que hará las veces de interlocutora en primera instancia con el Gobierno del Principado.

"Se trabajará siguiendo el criterio de subsidiaridad, actuando siempre en colaboración con lo que el Gobierno autonómico demande".

La jerarquía eclesial asturiana hará un llamamiento a sacerdotes y párrocos de la diócesis "para que, entre todos, pueda hacerse una relación de recursos que pueden estar disponibles y en buenas condiciones para acoger a refugiados", explicó ayer Juan Antonio Menéndez.