EE UU invitó ayer a Rusia y a Irán a colaborar para que el presidente sirio, Bachar al Asad, deje el poder, aunque, renunciando a su tradicional exigencia de que la marcha sea inmediata, puntualizó que puede negociarse, pues no tiene por qué producirse "en el día 1 o en el mes 1".

El secretario de Estado, John Kerry, en Londres para reunirse con su homólogo británico, Philip Hammond -hoy hará lo propio con el alemán, Frank-Walter Steinmeier-, sostuvo que la guerra en Siria "ha durado ya demasiado" y ha generado una "catástrofe" humanitaria, en referencia a la crisis de refugiados que afronta la UE, que hay que solucionar "desde la raíz".

Hammond dijo que EE UU y el Reino Unido están "alineados" en la necesidad de que Al Asad se vaya, pero el tiempo y la forma en que su salida se materialice "necesita discutirse".

Kerry abundó en la misma idea al abrirse a que la marcha de Al Asad sea negociada, puesto que se trata de un proceso en el que "todas las partes tienen que reunirse para alcanzar un entendimiento sobre la mejor manera" de llevarlo a cabo. "Las naciones deben trabajar juntas" para solucionar la guerra de Siria, indicó. Y ya que Rusia parece estar ahora más comprometida en la lucha contra el Estado Islámico (EI), puede ser el "momento" de llegar a un acuerdo político.

EE UU anunció el viernes que acepta abrir conversaciones militares con Rusia sobre Siria, aunque pide a cambio que Moscú no se implique más en lo militar a favor de Al Asad.