El Papa abogó ayer por la supresión del veto en la toma de decisiones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y por el fin de la "sumisión asfixiante" a los organismos financieros, como el FMI, que imponen a los países sistemas crediticios "que someten a las poblaciones".

Durante un discurso ante la ONU, el Pontífice dijo claramente que se debe acabar con el privilegio del que gozan los cinco miembros permanentes del Consejo (EE UU, Francia, Reino Unido, Rusia y China) y "conceder a todos los países, sin excepción", una participación y una incidencia real equitativa en las decisiones.

Bergoglio, el primer papa que se dirige a un grupo tan amplio de gobernantes mundiales en una Asamblea General, elogió la existencia de las Naciones Unidas como "historia de importantes éxitos comunes", pero no dudó en criticar las consecuencias del "incumplimiento" de las normas internacionales que de ella emanan.

El Santo Padre criticó duramente los sistemas crediticios impuestos a ciertos países por parte de organismos financieros internacionales como el FMI, al que no citó, que "lejos de promover el progreso", someten a las poblaciones a mecanismos de pobreza, exclusión y dependencia.

Para evitar la "sumisión asfixiante" a los organismos financieros, el Pontífice pidió que se limite "todo tipo de abuso o usura" sobre todo con los países en vías de desarrollo, en referencia a los créditos bancarios que, según indicó, "lejos de promover el progreso, someten a las poblaciones a mecanismos de mayor pobreza, exclusión y dependencia".

Asimismo, el Papa recordó que la paz está en el preámbulo y primer artículo de la Carta de las Naciones Unidas y que por ello es contradictorio permitir las armas de destrucción masiva, sobre todo las nucleares. Francisco abogó así por su "total prohibición", porque son un "fraude a toda la construcción de las Naciones Unidas", que se convertirían en "naciones unidas por el miedo y la desconfianza".

"Hay que empeñarse en un mundo sin armas nucleares, aplicando plenamente el Tratado de No Proliferación, en la letra y en el espíritu, para ir hacia una total prohibición de estos instrumentos", insistió.

Además, el Pontífice recordó que el narcotráfico es un tipo de conflicto que no siempre se explica bien "pero que, silenciosamente, se viene cobrando la muerte de millones de personas". "El narcotráfico, por su propia dinámica, va acompañado de la trata de personas, del lavado de activos, del tráfico de armas, de la explotación infantil y de otras formas de corrupción", agregó.

Bergoglio proclamó la existencia de un "verdadero 'derecho del ambiente'" y declaró que los seres humanos" somos parte del ambiente" y que esto comporta límites éticos que la acción humana debe reconocer y respetar".

Horas antes de pronunciar su discurso ante la ONU, el Papa arremetió contra los actos pederastas cometidos por miembros de la Iglesia católica y los calificó de autentica "vergüenza" en un acto celebrado en la catedral de San Patricio de Nueva York al que asistió un elevado número de sacerdotes. El Papa calificó los actos pedófilos de "crímenes" e instó al clero a trabajar para que "no se repitan nunca más".

En respuesta al discurso papal del jueves ante el Congreso, el presidente de EE UU, Barack Obama, expresó su esperanza en que "haya cambiado los corazones y las mentes" de los legisladores estadounidenses.