Miles de ciudadanos demostraron el sábado en México y en varias ciudades del mundo que la llama de la indignación por la desaparición de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa (Guerrero) sigue prendida y que continúan vivas las ganas de exigir justicia por una tragedia que cumple un año.

La marcha más numerosa fue en la capital mexicana, donde miles de personas marcharon horas bajo la lluvia, acompañando a los padres de los jóvenes desaparecidos el 26 de septiembre de 2014 en el municipio de Iguala, Guerrero (suroeste de México).

Salvo por pequeños conatos de violencia, con algunas pintadas y quema de paradas de autobuses por parte de grupos violentos tachados de anarquistas, la marcha transcurrió con normalidad.

La versión oficial, que los familiares no aceptan, es que los jóvenes fueron asesinados por un grupo de narcotraficantes e incinerados posteriormente durante horas en una hoguera en un basurero.